Alfredo García
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El vicepresidente de la Comisión de la Unión Africana, embajador Thomas Kwesi Quartey, envió un fraternal mensaje a Cuba en ocasión del Día de África, que se celebró este 25 de mayo.
La UA fue creada el 26 de mayo de 2001 en Adis Abeba, Etiopia por 55 Estados africanos con sede en Durban, Sudáfrica, reemplazando a la Organización de la Unión Africana (OUA). Sus objetivos son: promoción de la unidad y solidaridad entre sus miembros, eliminación de vestigios del colonialismo, coordinar cooperación para el desarrollo, salvaguardar la soberanía y promover la cooperación internacional en el marco de la ONU. La Comisión de la UA es su brazo ejecutivo y administrativo.
“Hoy celebramos el Día de África de manera virtual y manteniendo la distancia social. En esta feliz ocasión, reflexionamos sobre nuestros históricos lazos con Cuba. Nuestras relaciones históricas se remontan a la era de la Trata Trasatlántica de Esclavos”, escribió Kwesi, quien recordó el enorme apoyo de Cuba a las luchas de liberación de las naciones africanas, su defensa contra fuerzas externas y finalmente “el logro de nuestra independencia política”.
“La batalla de Cuito Cuanavale fue un punto de inflexión decisivo”, agrega la misiva. “Tuvo lugar cuando las fuerzas angolanas con el apoyo de las fuerzas internacionalistas cubanas, rechazaron la incursión del apartheid sudafricano en Angola, lograron la independencia de Namibia y eventualmente la derrota del apartheid, que conllevó a la liberación total del continente africano y la puesta en libertad de Nelson Mandela”.
Tras reconocer que “durante décadas Cuba ha apoyado a África en la búsqueda del desarrollo sostenible que demuestra con las continuas ofertas de asistencia técnica en el área de la salud y los programas de becas de medicina y otras disciplinas para estudiantes africanos”, la carta concluye con la reafirmación de la UA sobre “las decisiones de la Asamblea de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión, sobre el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos al trabajador pueblo de Cuba”.
Desde el triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, la solidaridad con los pueblos en lucha por su emancipación ha sido una prioridad de la política exterior de la isla. A pesar de la hostilidad de Estados Unidos y las dificultades del proceso de transformación económica y social, Cuba se convirtió en tierra de refugio y respaldo para revolucionarios y movimientos de liberación nacional de América Latina, África y Asia.
Bajo la dirección del líder histórico, Fidel Castro, Cuba apoyó a Argelia en su lucha anticolonial contra Francia y contribuyó militarmente a preservar su independencia en 1962 con un cargamento de 1,500 armas y una división blindada con 700 combatientes al mando del Comandante Efijenio Ameijeras; respondió a la solicitud de ayuda de Laurent-Désiré Kabila, jefe de la rebelión congoleña con la presencia del Comandante Ernesto Che Guevara y una columna de 120 combatientes; contribuyó a las luchas de liberación nacional de Mozambique y Guinea Bissaum, Cabo Verde, con envío de armas, apoyo logístico y decenas de instructores y médicos; a solicitud del presidente Mengistu Haile Marian defendió la soberanía de Etiopia con el envío de tropas en enero de 1978 para apoyar al ejército de esa nación, expulsando a los invasores somalíes, y brindó decisiva solidaridad militar para defender la independencia de Angola, contribuyendo al fin del colonialismo en Namibia y el derrocamiento del sistema racista del Apartheid en Sudáfrica. Desde la primera misión en Argelia en 1962, más de 380,000 combatientes y 70,000 colaboradores civiles para un total de 450,000 cubanos, han brindado su solidaridad a la liberación y bienestar de África.