TIZIMIN, Yucatán, 30 de mayo.- Hoy en día el trabajo de la sastrería ha decaído mucho, debido a que han sido reemplazados por los grandes almacenes y fábricas de ropa.
Alfredo Armando Cardeña, a sus 71 años de edad, continúa dedicándose a este oficio que aprendió desde los 14 años cuando trabajaba con don Eloy Pérez; ahí le enseñaron a confeccionar pantalones y camisas.
“Cuando entré ahí era un almacén y también se dedicaban a fabricar pantalones, y a pesar de estar estudiando yo trabajaba, fue ahí donde aprendí a este oficio que hoy en día sigo ejerciendo”, narró.
“El trabajo de sastrería está muy bajo, hoy en día las personas prefieren comprar su ropa ya hechas en los grandes almacenes, esto nos está afectando a todos los sastres, porque si tienen trabajo es muy poco.
“Anteriormente la gente estaba acostumbrada a hacer su ropa “sobrecostura”, ahora no, prefieren adquirirla o sacarla a crédito en la tienda departamental”, explicó.
“Ahora también por la contingencia, que es otro factor que nos está perjudicando a los sastres, no hay trabajo y si tienen sólo son reparaciones, recuerdo que años atrás me pedían unos padres de familia que le costurara tres mudas de ropa a cada uno de sus hijos.
“Pero ahora ni eso, prefieren comprarlo en otro lado, ahora por la pandemia me dedico a hacer reparaciones de lo que tenga, incluso hasta de cubre-bocas pero no se tienen buenas ventas porque muchas personas se han dedicado a lo mismo”, puntualizó.
“También me dedico a otra labor como árbitro de básquetbol, pero por el problema de la pandemia se suspendieron los partidos y esto causa un gran daño a mi economía. Gracias al apoyo de las autoridades que han entregado las despensas de eso me he ido ayudando con mi familia”, culminó.
(Raquel Margarita Huerta)