Alerta el Papa Francisco
CIUDAD DEL VATICANO, 30 de mayo (AFP/EFE/AP).- “Todo será distinto” tras la pandemia del nuevo coronavirus, de la que la humanidad saldrá “mejor o peor”, advirtió el Papa Francisco en un mensaje este sábado por la noche, en el que reclamó una “sociedad más justa, más equitativa”.
“Cuando salgamos de esta pandemia, no podremos seguir haciendo lo que veníamos haciendo, y cómo lo veníamos haciendo. No, todo será distinto”, declaró el Sumo Pontífice en un mensaje de video en español, con ocasión del Pentecostés.
“Necesitamos que el Espíritu nos dé ojos nuevos, abra nuestra mente y nuestro corazón para enfrentar este momento y el futuro con la lección aprendida: somos una sola humanidad. No nos salvamos solos. Nadie se salva solo. Nadie”, insistió el Papa.
“Lo sabemos, lo sabíamos, pero esta pandemia que vivimos –afirmó- nos lo ha hecho experimentar de una manera mucho más dramática. Tenemos por delante el deber de construir una realidad nueva”, mientras que “hoy el mundo sufre, está herido [...] especialmente en los más pobres, que son descartados”.
“Todo el sufrimiento no habrá servido de nada si no construimos entre todos una sociedad más justa, más equitativa, más cristiana, no de nombre, sino en realidad”, añadió, instando a obrar para “terminar con la pandemia de la pobreza en el mundo”.
Francisco habló de un mundo que sufre y pidió que “el Espíritu nos dé ojos nuevos, abra nuestra mente y nuestro corazón para enfrentar este momento y el futuro con la lección aprendida: somos una sola humanidad. No nos salvamos solos”.
Para Francisco, “si no trabajamos para terminar con la pandemia de la pobreza en el mundo, con la pandemia de la pobreza en el país de cada uno de nosotros, en la ciudad en donde vive cada uno de nosotros, este tiempo habrá sido en vano”.
Y preguntó: “¿Cómo quieren salir ustedes? ¿Mejores o peores?”, y pidió que el Espíritu Santo “nos cambie el corazón y nos ayude a salir mejores”.
El rezo
El rezo tuvo lugar en presencia de un centenar de personas, implicadas de una forma u otra en la pandemia de COVID-19 -que causó más de 33,000 muertos en Italia-, como personal sanitario, miembros de protección civil y otros.
La oración fue retransmitida en directo por la página de Facebook del Vaticano y también por CTV, la cadena de televisión del pequeño Estado.
Desde que empezó el confinamiento en Italia, el 10 de marzo, el Vaticano aplicó las mismas reglas de distanciamiento de seguridad que las impuestas en el resto de la península.
Desde entonces, el Papa solo había recibido delegaciones muy reducidas, interrumpió sus audiencias semanales de los miércoles y los rezos del domingo desde la ventana del palacio apostólico de la plaza de San Pedro fueron sustituidos por una retransmisión en video de la oración oficiada dentro del edificio.
Pero, a raíz del desconfinamiento progresivo que inició Italia, el papa volverá a dar su oración dominical desde la ventana del Palacio a partir del domingo ante los fieles, que pueden reunirse de nuevo en la plaza de San Pedro desde hace una semana.
Además, este sábado se celebraron oraciones similares a las del Vaticano simultáneamente en decenas de santuarios marianos del mundo, en Francia, Estados Unidos, Chile, Argentina, Canadá, Malta, Israel y Costa de Marfil.
A “Nuestra Madre de Guadalupe”
Conectadas por Internet, como se pudo ver en las pantallas colocadas en este espacio de los jardines vaticanos, siguieron la oración unos 50 santuarios marianos de todo el mundo.
Entre ellos el de nuestra Señora de Covadonga, en España; el de Guadalupe, Nuestra Señora del Remedio y de San Juan de los Lagos en México; de la Chiquinquirá, en Colombia, de Lujan y los Milagros, en Argentina y Maipú en Chile.
Francisco quiso agradecer en español la presencia de los santuarios de América Latina y que hayan estados “unidos en oración” y “por estar cerca” y pidió que “Nuestra Madre de Guadalupe nos acompañe”.
Se trató de una nueva iniciativa de Francisco para pedir la intercesión de la Virgen María ante una pandemia que ha causado más de 6 millones de contagiados y de 360,000 muertos en todo el mundo y que está provocando una grave crisis económica.
Siguieron el rosario, además, desde el santuario de Czestochowa de Polonia; el de Fátima, en Portugal; el santuario de la Inmaculada Concepción, en Washington o el de Elele, en Nigeria.
Súplica a María
Durante la ceremonia, el papa pronunció la dos oraciones que escribió a la Virgen en este momento de pandemia y en las que pidió: “Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de los que estamos en juicio, y líbranos de todo peligro, gloriosa y bendita Virgen”.
El Papa suplicó para que María sostenga “a las personas angustiadas, infunda confianza a quienes viven en la ansiedad por el futuro” y para “que termine esta prueba y que vuelva un horizonte de esperanza y de paz”.
Rogó también a María para que “ilumine la mente de los hombres y mujeres de ciencia para que encuentren un remedio a la enfermedad”, y rezó por “los responsables de las naciones, para que actúen con sabiduría, solicitud y generosidad”.
Y pidió a la Virgen que “toque las conciencias para que las enormes sumas dedicadas a aumentar y perfeccionar los armamentos se dediquen a promover estudios para prevenir catástrofes similares en el futuro”, y que haga “crecer en el mundo el sentido de pertenecer a una única gran familia humana”.