SAN ISIDRO, El Salvador, 14 de junio (AFP) - Damaris Majano subsistía en El Salvador con remesas que le enviaba su padre desde Miami. Pero la ayuda quedó interrumpida desde que la empresa donde el hombre trabajaba como repartidor de flores cerró por la crisis derivada de las restricciones para frenar el coronavirus en Estados Unidos.
La historia de esta joven residente de San Isidro, un poblado a 70 km al noreste de San Salvador, no solo se repite entre otros salvadoreños, sino también en Guatemala y Honduras, que también han visto reducidos los ingresos de dinero que envían migrantes desde Estados Unidos y otros países.
“Vamos pasando con la ayuda de la alcaldía”, dice Majano, que se las rebusca con una bolsa de víveres que recibió de las autoridades locales.
“La comunidad está con bastante necesidad”, agrega la joven de 25 años. San Isidro, una localidad de 15,000 habitantes rodeada de cerros, perdió más de la mitad de su población en la década de 1980, cuando muchos migraron huyendo de la pobreza y la violencia.
En Estados Unidos viven 2.5 millones de salvadoreños, 2.7 millones de guatemaltecos y un millón de hondureños, que mes a mes envían remesas a sus familias.
Pero la pandemia global provocó una explosión en la tasa de desempleo en Estados Unidos, que alcanzó 13.3 % en mayo, una cifra que aumenta a 17.2 % entre la población de origen latinoamericano, según cifras oficiales.
De enero a abril El Salvador recibió 1,600.7 millones de dólares en remesas familiares, lo que marca una caída del 9.8 % contra igual periodo de 2019. El mayor descenso en los envíos fue en abril, cuando el total se redujo a 287.3 millones de dólares, es decir, un 40 % menos en comparación con el mismo mes del año pasado, según un informe del Banco Central de Reserva (BCR).
En 2019, El Salvador había recibido remesas familiares por 5,650.2 millones de dólares, lo que había representado un crecimiento del 4.8% sobre el año previo, equivalente a 16 % del Producto Interno Bruto (PIB).
El Banco Mundial prevé que la economía de El Salvador caerá a -4.3 % al cierre de 2020.
Problema centroamericano
La misma baja de las remesas que sufre El Salvador se vive en Honduras y Guatemala, donde los envíos de dinero de los migrantes son también un componente clave de la economía.
Honduras acumuló de enero a mayo 1.946,1 millones de dólares, un 7.1 % menos que igual período de 2019.
En Guatemala ingresaron en el mismo periodo 3,916 millones de dólares, una disminución de 3.1 %.