BUENOS AIRES, Argentina, 15 de junio (AFP).- Argentina busca cerrar esta semana un acuerdo sustentable con sus acreedores para la reestructuración de la deuda de unos 66,000 millones de dólares bajo legislación extranjera, con una oferta mejorada y el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero las negociaciones no son fáciles: debe convencer a todos los grupos de acreedores. El gobierno de centro-izquierda de Alberto Fernández presentará una nueva oferta con “enmiendas” el martes y los tenedores de bonos tienen hasta el viernes para aceptar el canje. De esta forma y salvo que se modifique una vez más el plazo, el anuncio de resultados será el 22 de junio.
“Si todo sale bien, que creo que sí, sale esta semana”, dijo una fuente gubernamental.
Un acuerdo sería una bocanada de aire fresco para el país en recesión desde 2018, con una pobreza de 35% y una inflación que alcanzó 53% en 2019, una de las más altas del mundo.
“Si Argentina resuelve el tema de la deuda (...) sería muy positivo para Alberto Fernández. Despeja un tema importante, en un contexto más grave [por la pandemia del coronavirus] que el que heredó cuando asumió”, opinó Ignacio Labaqui, analista senior en Medley Global Advisors.
Pero fuentes allegadas a las negociaciones insisten en que, si bien el gobierno argentino está haciendo todo lo posible para evitar quedar fuera de los mercados internacionales, tiene que lograr un “buen acuerdo, que sea sostenible y que el país pueda cumplir”. Y no está claro que todos los acreedores estén en la misma línea.