“No apoyo que se use la Ley de Insurrección”, afirmó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, en pública contradicción con el presidente Donald Trump respecto al empleo de las fuerzas armadas para detener las masivas protestas generadas en el país tras la muerte de un ciudadano afroamericano bajo la rodilla de un policía / El mandatario anunció su disposición a desplegar “miles y miles de soldados fuertemente armados” y de agentes de la ley para detener los disturbios / Contundente denuncia del ex jefe del Pentágono, general James Matis: “Donald Trump ha sido el primer presidente que no trata de unir a los estadounidenses, que ni siquiera pretende intentarlo”, dijo
Los manifestantes en Washington, Nueva York, Seattle, Los Ángeles, Atlanta y Houston, entre otras grandes urbes, volvieron a desafiar toques de queda y despliegues policiales y de la Guardia Nacional, y se concentraron de manera pacífica hasta altas horas de la noche en plazas y calles, incluso frente a la Casa Blanca. Más de una semana después de que el afroamericano George Floyd muriera por asfixia en Mineápolis (Minesota), en distintas ciudades estadounidenses se repiten las escenas de personas protestando en las calles, pero los destrozos y saqueos de otras jornadas han amainado. En total la policía registró cerca de 9,000 arrestos en todo el país, según una estimación de los medios estadounidenses, citando infracciones al toque de queda, algunos actos de violencia y desórdenes. (AP)