Todo mundo busca lo antes posible la vacuna que por fin logre erradicar la pandemia por COVID-19, sin embargo, hay empresas que aún no la encuentran pero que ya se están blindando en caso de que tenga efectos secundarios en las personas.
De manera inesperada, AstraZeneca reconoció que no pueden asumir el riesgo de lo que pueda ocurrir con quienes consuman su vacuna contra el COVID-19 en tres o cuatro años, así lo explicó Rudd Dobber miembro del equipo ejecutivo de la marca a la agencia Reuters.
“Ésta es una situación única en la que nosotros, como compañía, simplemente no podemos asumir el riesgo si en cuatro años la vacuna está mostrando efectos secundarios. En los contratos que tenemos en vigor, estamos pidiendo una indemnización. Para la mayoría de los países es aceptable asumir ese riesgo sobre sus hombros porque es de interés nacional", comentó Dobber dejando que la responsabilidad recaiga en los países.
Mientras Rusia y Estados Unidos parecen los más adelantados en encontrar la vacuna a finales de este mismo año, AstraZeneca, que es el segundo mayor fabricante de medicamentos en Reino Unido, ha llegado a un acuerdo con el gobierno que encabeza Donald Trump para proporcionar 2 mil millones de dosis ‘sin fines de lucro’.
En este sentido y para no recibir cualquier reclamo posterior a esta crisis sanitaria, Estados Unidos aprobó una ley que lo excluye de toda responsabilidad por demandas de daños y prejuicios de productos que sirvan para controlar una crisis sanitaria, tal y como podría ocurrir con la vacuna contra el COVID-19 y sus posibles secuelas.
Hace unos días fue Rusia el país que se dijo listo para presentar su vacuna en agosto, aunque fue acusado por algunos medios de saltarse algunas fases de las pruebas con tal de ser el primero que la distribuya.