Investigadores de la Universidad de California realizaron un estudio en el que concluyeron que los espacios de alto riesgo, como hospitales y restaurantes, de mantenerse silenciosos, podrían reducir los riesgos de contagio de coronavirus.
En el estudio se demostró que al reducir el volumen al hablar se puede disminuir la propagación del virus. Una reducción de 6 decibelios en los niveles de habla promedio puede tener el mismo efecto que duplicar la ventilación de una habitación, explicaron los científicos.
“Los resultados sugieren que las autoridades de salud pública deberían considerar implementar ‘zonas silenciosas’ en ambientes interiores de alto riesgo, como salas de espera de hospitales o comedores”, escribieron los seis investigadores de la Universidad de California.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cambió su guía en julio para reconocer la posibilidad de transmisión por vía aérea, como durante la práctica del coro o en restaurantes o clases de gimnasia.
Las gotas microscópicas expulsadas mientras se conversa se evaporan y dejan partículas lo suficientemente grandes como para transportar virus viables, mostró el documento. Un aumento de unos 35 decibeles en el volumen, o la diferencia entre susurrar y gritar, aumenta la tasa de emisión de partículas en 50 veces.
La conversación normal está por encima del rango de 10 decibelios, mientras que el ruido ambiental en los restaurantes es de alrededor de 70.
“No todos los ambientes interiores son iguales en términos de riesgo de transmisión de aerosoles”, afirmó el investigador principal William Ristenpart.
“Un salón de clases lleno de gente pero silencioso es mucho menos peligroso que un bar de karaoke con poca gente donde los clientes están socialmente distanciados pero hablando y cantando con música alta”.
Con información de Reuters.
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