La mujer acusada de abuso sexual constante contra un menor de 13 años enfrenta una condena por 10 años de cárcel en Jáen, España. El joven que había callado por 6 años ahora revela cuánto le afectaron las presuntas relaciones que sostuvo con la mujer de actualmente 44 años.
El afectado declaró que la mujer comenzó a acercarse a él debido a que, junto a su hermana, eran amigos y vecinos de su hija. Lo que inició como una amistad normal en un ambiente familiar terminó escalando a niveles alarmantes hasta llegar a mantener relaciones sexuales en más de una veintena de veces.
El joven afirma que su primera relación sexual fue de hecho con la mujer acusada, y ella fue quien imponía el cómo, cuándo y en qué postura. Añadiendo que en ese momento, él siendo un niño, no era verdaderamente consciente de lo que hacía, trayéndole grandes problemas a la larga, cuando fue adquiriendo noción del abuso que vivió.
Cabe resaltar que en el momento que ocurrieron los abusos, el chico y su hermana atravesaban momentos cruciales a nivel familiar, por lo que la mujer aprovechó la situación para disfrazar sus intenciones con cariño y la promesa de una familia estable, ya que los menores fueron declarados en situación de desamparo en septiembre de 2014.
Al respecto, la mujer niega todos los cargos, asegurando que todo se trata de una confabulación en su contra y declarando que cuando los supuestos hechos de los que la acusan ocurrieron, en realidad ella había enfrentado problemas con los niños, llegando al punto de echarlos de su casa e incluso existe el precedente de una denuncia que la mujer puso en contra del chico por amenazas, hecho que en su momento significó la implantación de medidas judiciales contra el menor.
Las pruebas presentadas corresponden a una serie de cartas escritas por los menores y los resultados obtenidos en las pláticas con los psicólogos que tomaron el caso.
Por su parte, la Fiscalía ha tomado el caso como abuso sexual continuado pidiendo además de diez años de prisión, siete años de libertad vigilada, veto para ejercer cualquier profesión u oficio que conlleve acercamiento con menores, y el prohibición de acercarse o contactar con el demandante durante cinco años por encima del cumplimiento de la pena de prisión, además de una indemnización por 10,000 euros.
A su vez, la defensa solicitó libre absolución debido a que las acusaciones no han sido acreditadas.
Por Redacción Digital Por Esto!
MF