Un atentado contra un autobús militar en Damasco, Siria, y un bombardeo poco después contra una ciudad del Noroeste controlada por los rebeldes dejó al menos 27 muertos este miércoles. Dos bombas que habían sido colocadas en el autobús explotaron cuando el vehículo pasaba cerca de un puente en el centro de la capital, ataque en el que murieron 14 de sus ocupantes y al menos tres resultaron heridos, indicó la agencia de noticias oficial SANA.
De acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), oenegé que cuenta con una vasta red de fuentes de información en Siria, todos los muertos eran soldados.
Este ataque ha sido el más mortífero en la capital en los últimos cuatro años, y aún no ha sido reivindicado. Sin embargo, una hora más tarde las fuerzas gubernamentales bombardearon la provincia de Idlib, último feudo yihadista y rebelde en el noroeste del país.
Una fuente militar citada por SANA señaló que un tercer artefacto explosivo "cayó del autobús tras la explosión".
Imágenes publicadas por la agencia siria mostraban a socorristas inspeccionando el vehículo prácticamente calcinado, en un área generalmente muy frecuentada del centro de Damasco.
Desencadenada en 2011 por la represión de las protestas pro-democracia, la guerra en Siria ha disminuido su intensidad en los últimos años.
"Hacía tiempo que no habíamos visto incidentes así, pensábamos que esto se había terminado", dijo Salam, empleado de una verdulería del barrio.
Se trata del ataque más mortífero perpetrado en Damasco desde un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra el Palacio de Justicia en marzo de 2017, que dejó unas 30 víctimas mortales.
Durante el conflicto, Damasco no ha resultado tan golpeada como otras zonas del país, sobre todo desde que militares y milicias aliadas conquistaron el último bastión rebelde cerca de la capital, en 2018.
Con información de AFP
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JG