Internacional

Mueren 42 ballenas luego de quedar varadas en isla de Indonesia

Ya se investigan las causas del fallecimiento de los animales.
@MC_org

Tan solo 3 tres de las 45 ballenas que este viernes que quedaron atrapadas en la costa de Modung, Indonesia lograron sobrevivir, informaron las autoridades del país asiático. 

Los tres cetáceos sobrevivientes pertenecen a la especie de los calderones o ballenas piloto, cuyo hábitat se extiende por los mares del exremo sur del planeta y partes del Atlántico Norte. Los ejemplares  fueron devueltas al mar por voluntarios y autoridades locales a lo largo de la playa de Modung, en la provincia de Java Oriental. 

Noticia destacada

90 ballenas mueren varadas en Australia; más de 200 siguen atrapadas (VIDEO)

Noticia destacada

Google y ONGs monitorearán a las ballenas con inteligencia artificial para protegerlas

El gobernador de la entidad, Khofifah Indar Parawansa, informó que ya se investigan la causa del fallecimiento de los mamíferos marinos, cuyos cuerpos serán sepultados en la costa. 

“Los voluntarios que las están ayudando a regresar al océano dijeron que algunas de las ballenas regresaron a la costa nuevamente porque sus madres todavía estaban varadas en la playa”, dijo Parawansa. 

Noticia destacada

Acuario y empresa de EU se unen para proteger a las ballenas; las vigilarán desde el espacio

Noticia destacada

Japón reanuda la caza de ballenas minke luego de 31 años

  Los motivos exactos por los cuales miles de ballenas y delfines quedan varados en playas de todo el mundo cada año siguen sin ser esclarecidos, aunque según el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), una organización civil argentina dedicada a la preservación de estos animales, asegura que estos eventos están relacionados con intoxicación por biotoxinas, desnutrición, para escapar de depredadores, desorientación y hasta por mareas extraordinarias.   Aunque los humanos tenemos mucha responsabilidad, pues muchas veces estas criaturas quedan encalladas debido a la contaminación por derrames de petróleo, la pesca excesiva que las deja sin alimento, choques con embarcaciones o para escapar de la captura de barcos balleneros. 

En caso de atestiguar un evento de este tipo, se recomienda tomar evidencia fotográfica a una distancia prudente, no tocar al animal, dar aviso a las autoridades y, sobre todo, evitar sacarse fotografías junto a la ballena o delfín, esto con la finalidad de evitar estrés.    Con información de The San Diego Union-Tribune 

 

JMCG