En la provincia de Virú, región La Libertad, Perú, unos agricultores descubrieron en noviembre pasado un mural de la cultura prehispánica Cupisnique, el cual representaría a una antigua deidad arácnida, relacionada con la fertilidad y las lluvias y el agua.
Fue hasta esta semana, que los arqueólogos han logrado fechar con exactitud la edad de los restos, además de identificar a qué cultura pertenecen. De acuerdo con los especialistas, el mural dataría del mil 200 A.C, es decir, fue construido hace 3 mil 200 años por los antiguos habitantes de la región, los cupisnique.
La obra pictórica ha sobrevivido a los embates del tiempo durante milenios, además de que se encuentra en un estado de conservación que permite apreciar formas y colores, que, en otras circunstancias, habrían desaparecido hace ya mucho tiempo. El mural representa a una figura antropomórfica, identificada como el dios araña, venerada por la extinta cultura Cupisnique.
Han logrado sobrevivir colores como el blanco, ocre, amarillo y gris, los cuales se aprecian desvanecidos sobre un fondo claro en el muro.
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Campesinos locales que trabajaban la tierra para sembrar aguacates y caña, descubrieron por error los restos de un antiguo templo, mientras manejaban maquinaria pesada, por lo que un 60 por ciento de complejo se habría destruido inadvertidamente.
El arqueólogo peruano Régulo Franco Jordán, dijo al medio La República que el mural formaba parte de un templete de miles de años, que habría sido utilizado como centro ceremonial. Debido a que se encuentra cerca de un río, se especula que estaba vinculado al agua y a los ciclos agrícolas, hipótesis que se fortalece con la figura del dios araña, un animal relacionado fuertemente con los recursos hídricos, sumamente importante para las culturas precolombinas de la región.
Debido a la destrucción del yacimiento arqueológico, las autoridades peruanas han decidido intervenir para realizar una intervención de emergencia en cuanto termine la pandemia.
Con información de La República. JMCG