Este miércoles las autoridades sanitarias de Dinamarca, informaron la suspensión de forma definitiva la vacuna de AstraZeneca contra COVID-19, paralizada desde hace un mes, al considerar que hay una conexión probable entre esta y los casos anómalos de trombosis, que hay suficientes vacunas en el mercado y la situación epidémica en este país está controlada.
Con esta decisión el país se convirtió en el primero de Europa en sacar de su esquema de vacunación la dosis de AstraZeneca. La resolución, que eliminaría la inyección del esquema de vacunación de Dinamarca, podría retrasar el lanzamiento de la vacuna en el país hasta en cuatro semanas, según declaraciones anteriores de organismos de salud.
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A pesar de un dictamen favorable de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para su uso, el país había mantenido su suspensión, al igual que Noruega, optando por profundizar su investigación sobre la relación entre estos pocos casos graves y la vacunación.
Cabe mencionar que el día 8 de abril, EMA confirmó la existencia de casos de trombosis graves, pero señaló que son poco frecuentes, por lo que consideró que los beneficios de la vacuna siempre superaban a los riesgos.
Dinamarca ha registrado un muerto con ese cuadro clínico, que incluye baja cantidad de plaquetas, coágulos en vasos sanguíneos y hemorragias; y un par de casos de fallecidos con síntomas similares que aún no se habían acabado de analizar a finales de marzo.
Las autoridades danesas iniciaron en marzo una reapertura de la actividad económica y social, vinculada en gran medida a la presentación de un certificado que acredite que se está vacunado, se ha pasado la COVID-19 o se ha dado negativo en una prueba.
AR