Justin Trudeau, primer ministro canadiense, y su esposa, Sophie Grégoire, recibieron este viernes la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19, el mismo día que el país confirmó el cuarto caso de trombos ligado al producto de la compañía anglosueca.
Canadá, que está en plena tercera ola de la pandemia con números récord de casos al mismo tiempo que sufre problemas con el suministro de vacunas, ha autorizado el uso de la vacuna de AstraZeneca a todas las personas mayores de 18 años a diferencia de los países europeos, donde el inyectable está restringido.
Trudeau, de 49 años de edad, y Sophie Grégoire, de 45, recibieron la vacuna en una farmacia de Ottawa. Los principales líderes políticos de Canadá han recibido, o tienen programado recibir, la vacuna de AstraZeneca.
En el momento de recibir la vacuna, y mientras Grégoire sostenía su mano, Trudeau señaló que estaba “muy contento” de recibir el medicamento.
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Antes de recibir la primera dosis de AstraZeneca, Trudeau dijo durante una rueda de prensa que el Gobierno canadiense se ha asegurado 35 millones de dosis de la vacuna de Pfizer para 2022, otros 30 millones para 2023 y una opción de compra de 60 millones de dosis en 2024.
El primer ministro canadiense y las autoridades médicas del país han repetido en numerosas ocasiones que la vacuna de AstraZeneca es segura y los riesgos que puede presentar son mucho menores que los efectos de la COVID-19, a pesar de un creciente número de casos de trombos en personas que han recibido el inyectable.
Hoy, la provincia de Ontario, la más poblada del país, informó de su primer caso de trombos en un paciente que había recibido la vacuna de AstraZeneca. Es el cuarto caso de trombos asociados con la inmunización tras la administración de 1.1 millones de dosis de la vacuna de ese laboratorio.
Las autoridades sanitarias de la provincia dijeron que el paciente es un varón de más de 60 años de edad y que tras recibir tratamiento, está recuperándose en su domicilio.
También hoy, el periódico canadiense National Post reveló que dos tercios de los 1.5 millones de dosis de AstraZeneca que Canadá ha recibido de Estados Unidos proceden de una planta en Baltimore con problemas de control de calidad. Esta semana, las autoridades estadounidenses comunicaron que no permitirán la distribución de vacunas producidas en la planta hasta que se realicen nuevas pruebas de calidad.
Canadá, que no tiene producción propia de vacunas, depende de los envíos de los inyectables fabricados en Estados Unidos, Europa e India, lo que está provocando problemas de suministro.
Ottawa ha sido criticada por utilizar para su población vacunas procedente de COVAX, un programa impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar el acceso global y equitativo a las vacunas.
Canadá también es el único país industrializado que ha decidido retrasar la segunda dosis de las vacunas contra la COVID-19 hasta cuatro meses después de la primera, para inmunizar al máximo número posible de personas con al menos una dosis.
A pesar de ello, Canadá es el país número 30 del mundo en porcentaje de población vacunada con al menos una dosis (26.98 por ciento) y el 71 en porcentaje de población totalmente inmunizada (2.87 por ciento).
Con información de EFE
GCS