El mandatario norteamericano, Joe Biden, emitió un comunicado en el que da la orden a los servicios de espionaje de los Estados Unidos para redoblar esfuerzos con la intención de hallar y analizar información que ayude a definir una "conclusión definitiva" sobre el verdadero origen del COVID-19.
Joe Biden otorgó 90 días al cuerpo de inteligencia de los Estados Unidos para mandar un informe detallado acerca del origen del virus, el cual hizo su aparición oficial en la ciudad china de Wuhan, durante diciembre de 2019, situación que desató la pandemia infectando a millones de personas en todo el mundo y provocando millones de muertes, eso sin mencionar la crisis económica y un sin fin de secuelas.
La orden de Biden llega tras la declaración por parte de 'The Wall Street Journal' en la que informa que los servicios de espionaje estadounidenses tienen la sospecha que el COVID-19 se originó y salió de un centro de investigación en Wuhan.
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Joe Biden también recuerda el momento en que China bloqueó los accesos a investigadores extranjeros en Wuhan durante los primeros meses de la pandemia. Esta situación llegaría a crear tensión entra las dos naciones, las cuales de por sí ya se encontraban en malos términos desde la administración de Trump.
Por otro lado, Pekín continúa insistiendo en la versión que expresa que el COVID-19 se trasladó de un animal hacia un humano (posiblemente un murciélago), además que también han afirmado que el virus pudo haber aparecido fuera del país, llegando a China a través de productos alimenticios.
Lo que sigue siendo un enigma es que, pese a que el COVID-19 apareció en China, las autoridades no han dejado de eludir cualquier tipo de responsabilidad acerca de la gestión de la pandemia.
MA