En las últimas horas, al menos dos personas han fallecido en Bélgica como consecuencia de las fuertes lluvias que han provocado graves perturbaciones en algunas provincias, incluido el cierre de carreteras y la interrupción del transporte ferroviario. Las lluvias, que se espera que continúen cayendo en los próximos días en las provincias belgas de Limburgo y Ardenas, han provocado que las autoridades hayan establecido el código rojo y la fase provincial del plan de contingencia en Lieja, Namur y Luxemburgo.
Destino turístico nacional conocido por sus aguas termales, el centro de la ciudad se encuentra totalmente inundado, al igual que Rochefort, en Namur, mientras que una decena de casas se han hundido en Pepinster. Los habitantes de distintas localidades valonas han tenido que ser evacuados, así como cientos de jóvenes que se encontraban en campamentos de verano.
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Las autoridades belgas han pedido a la población de las zonas más afectadas, sobre todo de Lieja y de la provincia de Luxemburgo, en el sur, mucha prudencia y que eviten todo desplazamiento no esencial.
Aunque la situación meteorológica se ha calmado en las últimas horas, este jueves persiste el riesgo de un aumento del nivel de las aguas, informó el Ministerio de Interior de Luxemburgo en un comunicado, que recomienda a la población que se mantenga "vigilante" y que evite exponerse a peligros.
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AR