Después de 16 años de gobierno de Angela Merkel, Alemania celebrará las primeras elecciones en las que la cancillera no se presenta como candidata. Alrededor de 61 millones de electores están llamados a las urnas el próximo 26 de septiembre.
Entre los favoritos para ganar los comicios está Armin Laschet, sucesor de la cancillería como candidato de la coalición Unión Cristianodemócrata y Unión Social Cristiana de Baviera. Las encuestas le colocan en segundo lugar en intención de voto. Laschet llega a estas elecciones debilitado por la mala gestión que llevó a cabo durante las inundaciones en la región de Renania del Norte-Westfalia, de la que era gobernador.
Quien lidera los sondeos desde finales de agosto es Olaf Scholz, el candidato del partido socialdemócrata de Alemania (SPD). El actual vicecanciller federal y ministro de Finanzas ha sabido aprovechar la caída en apoyo popular de la derecha, acentuada por la jubilación política de Merkel, al frente del país durante más de tres lustros.
De las urnas saldrán los miembros del Bundestag, la Cámara baja del Parlamento. Después, los diputados eligen, a propuesta del presidente federal, al canciller en una sesión sin debate.
Pese a que el país llega a la cita con una caída en las cifras de contagios, hospitalizaciones y muertes por covid, la participación por correo se espera que sea muy superior a la de ocasiones anteriores debido al 'efecto Corona'. Desde el pasado 16 de agosto, los alemanes con derecho a voto pueden votar por correo.
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AR