Rusia no abonó al pago de su deuda externa por primera vez desde 1917, lo que deja en evidencia el aislamiento del sistema financiero global luego de las sanciones impuestas por diversos países debido a la guerra que mantiene con Ucrania, pero el Kremlin rechazó que halla problemas económicos para cumplir con sus obligaciones.
Pero el gobierno ruso sí admitió que las penalizaciones que pesan sobre la nación, provocaron que dos pagos no llegaran a los acreedores en la fecha pactada, que fue ayer domingo, tras un periodo de gracia de 30 días, que se vencieron en dicho día, luego de que el pago debiera darse el 27 de mayo.
Anton Siluanov, titular del Ministerio de Finanzas de Rusia, dio una declaración en el que señaló la nula obtención de dinero por parte de los inversores, no es el resultado de que no haya habido un pago, pero que fue causada por la acción de terceros, y que no estaba directamente considerado.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, recalcó que no hay un cese de pagos por parte de la nación gobernada por Vladimir Putin; además de que por las sanciones, ya no pueden realizar transferencias bancarias que no sean en rublos para realizar los abonos de los intereses de su deuda externa, que fue adquirida en dólares.
El endeudamiento de Rusia es de aproximadamente 40 mil millones de dólares en bonos extranjeros, que permanecen en poder de algunos países, y que con el inicio del enfrentamiento bélico, se mantienen congelados parte de sus 640 mil millones de dólares, algunas de ellas, en oro.
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CG