“Mi regla de vida se prescribe como un puro absolutamente sagrado”. Así se autodefinió el exprimer ministro británico Winston Churchill (1874-1965), no sólo famoso por sus movimientos estratégicos durante la Segunda Guerra Mundial, sino también por su disfrute regular de los habanos cubanos, que rara vez se viera sin uno de estos en la mano.
Los isleños, fabricantes de puros de fama mundial, le rinden honor con una codiciada vitola de calibre grueso y sabor ligero, además de una escultura en una conocida tienda radicada en la capital de la isla, aunque, en realidad, sus preferidos era los llamados Romeo y Julieta. No es difícil imaginar al popular y polémico político británico haciendo su acostumbrada señal con los dedos de la mano izquierda para indicar victoria o para recordar que se fumaba al menos dos al día.
Numerosas celebridades consumieron o consumen aún puros habanos, según demuestran imágenes o videos difundidos a lo largo del tiempo por diversas publicaciones y medios. Entre los famosos, populares y reputados a nivel mundial que se confesaron apasionados a los cigarros de Cuba figuran Samuel Langhorne Clemens (Mark Twain), Lord Byron, Víctor Hugo y Charles Boudelaire.
Textos avalados por especialistas e historiadores sostienen que a la extensa lista de fumadores de habanos se agregan el guerrillero argentino-cubano Ernesto “Che” Guevara, quien los disfrutaba “casi hasta quemarse los dedos”, además de Henry James, Charles Dickens, Honoré de Balzac, Charles Darwin y Abraham Lincoln.
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Según crónicas de viaje, los conquistadores españoles conocieron el hábito de fumar a su llegada a lo que luego llamaron Cuba, a través de los aborígenes que poblaban ese archipiélago. Hoy son internacionalmente famosos los puros Cohiba, Partagás, Montecristo, H. Upmann, Punch, Hoyo de Monterrey o Romeo y Julieta, entre muchos otros. Cuba vende cada año tabacos por un valor de varios cientos de millones de dólares, según fuentes oficiales.
Entre los pintores célebres que confesaron su afición a los habanos se cita a Renoir, Monet, Van Gogh, Degas, Cezanne y Picasso, mientras en el ámbito de los músicos afamados, Franz Liszt, George Bizet y Maurice Ravel fumaban puros “con placer extremo”, lo mismo que el extinto Francisco Repilado (Compay Segundo), figura cimera de ese fenómeno cultural que conocemos como Buena Vista Social Club.
En una relación difundida en el marco de un Festival del Habano celebrado en la Isla, aparecen los expresidentes de Estados Unidos John Quince Adams y John F. Kennedy, quien se dice ordenó a un ayudante buscar y recoger todos los habanos posibles antes de dictar la ley que los prohibió en ese país.
El expresidente William Clinton también gustaba saborear un buen puro cubano luego de una cena, pero debido al bloqueo económico que mantiene Estados Unidos sobre el país caribeño, “se hizo toda una triangulación comercial” para que pudiera fumarlos, según afirmó el teólogo brasileño Carlos Alberto Libanio Christo, más conocido como Frei Betto.
También humearon habanos Charles Chaplin, Groucho Marx, Jean Paul Belmondo, Michael Jordan y el exgobernador del Estado norteamericano de California, el actor Arnold Schwarzenegger, quien visitó a Cuba en forma casi clandestina “para fumar habanos de verdad”, según confesó.
¿Por qué se considera que fumarse un habano es algo tan especial como encantador? La letra del famoso tango de Viladomat y Garzó asegura que “fumar es un placer, genial, sensual…” Mujeres como George Sand, Chavela Vargas, Sara Montiel, María Felix, Victoria Abril, Linda Evangelista, Whoopi Goldberg, Sigourney Weaver, Madonna, Rihanna, Jodie Foster, Vanessa Williams y Jessica Simpson, pudieran tener la respuesta, lo mismo que bellezas como Bo Derek, Sofia Loren, Monica Belluci, Claudia Schiffer y Elle McPherson, quienes han sido fotografiadas puro en mano.
Para ellas –se dice-, tener una breva entre los labios es algo más que un símbolo, una sugerencia. Preguntémosle a Demi Moore. Otros famosos en el ámbito del séptimo arte que aspiraron o disfrutan todavía el humo de habanos fueron o son Orson Welles, Alfred Hitchcock, Francis Ford Coppola, Anthony Hopkins, Leonardo DiCaprio, Gerard Depardieu, Mel Gibson, Antonio Banderas, Robert de Niro, Michael Douglas, Jeremy Irons, Sylvester Stallone, John Travolta, Dani De Vito, Chuck Norris, Matthew McConaughey y Jack Nicholson, quien también visitó una fábrica en la mayor de las urbes cubanas.
Conocedores del tema aseguran que la nómina de los llamados “fumadores ocultos de habanos” –entre los que figuran renombrados diseñadores y cirujanos- supera con creces a la de los oficiales o reconocidos. El Héroe Nacional cubano, José Martí, decía que los habanos son “el deleite de los soñadores”, mientras el psicoanalista Sigmund Freud opinaba que “es uno de los placeres más grandes y más económicos de esta vida”. (Es evidente que jamás compró en París un estuche de Siglo VI Cohíba Gran Reserva).
Alguien me preguntó si el expresidente Fidel Castro había fumado. La respuesta es sí. Está incluido en la extensa nómina de dignatarios que lo han hecho o lo hacen aún, aunque abandonó ese hábito más de 40 años antes de fallecer. En su caso, para que el lector tenga la información completa, sus favoritos eran los lanceros Cohiba.
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CC