El pasado 18 de junio, el pequeño sumergible "Titán", de la empresa Ocean Gate, se sumergió en las aguas del Océano Atlántico para observar los restos del trasatlántico Titanic, hundido el 14 de abril de 1912.
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La expedición estaba programada para durar 7 horas, pero cuando aún no habían transcurrido dos horas, se perdió el contacto con la nave y de inmediato comenzó una operación de búsqueda y rescate de los tripulantes.
Diez días después, al Guardia Costera de Estados Unidos informó del hallazgo de los restos de la nave que había implosionado poco después de sumergirse, provocando la muerte de los cinco tripulantes.
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Los elementos recuperados fueron trasladados a un puerto de Estados Unidos para ser analizados, añadió la Guardia Costera en un comunicado publicado el martes, en el que precisan que investigadores estadounidenses y canadienses se encontraban a bordo durante las operaciones de traslado.
A finales del mes de junio, a unos 500 metros de los restos del Titanic se hallaron los primeros residuos del Titán, frente a las costas de Terranova en Canadá. En el acto también se pudieron recuperar posibles restos humanos.
Este miércoles 11 de octubre, la Guardia Costera estadounidense arrojó nueva información sobre la tragedia del sumergible turístico, en la que detalla que se pudieron rescatar más restos de la nave y otros “presuntos restos humanos”.
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AA