Este domingo, el papa Francisco celebró la misa del gallo tradicional en la basílica de San Pedro con el "corazón" en Belén, donde lamentó que "la lógica perdedora de la guerra, con el rugir de las armas, sigue rechazando al Príncipe de la Paz".
El resto de la homilía fue dedicada al momento en que nació Jesús durante un "censo de toda la tierra", lo cual, según Francisco, revela una trama demasiado humana en la historia: un mundo que busca el poder y la fuerza, la fama y la gloria, donde todo se mide con los éxitos y los resultados, con cifras y números.
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Francisco afirmó que existe el peligro de celebrar la Navidad con una concepción pagana de Dios, como si fuera un gobernante poderoso en el cielo; un dios que se alía con el poder, el éxito mundano y la idolatría del consumismo.
Francisco criticó la idea de una fiesta de Navidad basada en el consumismo, tal como ya hizo durante la oración del ángel durante la mañana.
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Como en años anteriores, la misa del gallo se llevó a cabo a las 19.30 horas (18.30 GMT), y Francisco, debido a sus problemas de rodilla, se sentó a un lado del altar y leyó su homilía.
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