Esta noche Nueva York realizará su tradicional festejo de Año Nuevo en Times Square en medio de un importante operativo de seguridad para evitar las protestas que se han sucedido en las últimas semanas por la guerra entre Israel y Hamás.
Las autoridades aseguran que no hay ninguna amenaza, sin embargo, se han aplicado numerosas restricciones.
Miles de personas se concentrarán durante horas en “el cruce del mundo”, para vivir una celebración amenizada por actuaciones musicales y que culmina con una cuenta regresiva de diez segundos, el descenso de la bola de cristal que corona un rascacielos y el lanzamiento de toneladas de confeti.
Durante la semana el Departamento de Policía (NYPD) aseguraron en una rueda de prensa que no hay una “amenaza creíble específica” pero se desplegará a miles de agentes locales, estatales y federales en la calle, incluyendo expertos en contraterrorismo, y se establecerá vigilancia aérea con helicópteros y drones.
Asimismo se amplió el perímetro de seguridad en torno a la plaza, abarcando más calles —de la 41 a la 57— y avenidas —de la Sexta a la Octava— para crear una “zona de barrera” disuasoria que evite problemas e interrupciones, incluyendo protestas.
Tom Harris, presidente de la Alianza de Times Square, la asociación de comercios de la zona, advirtió en declaraciones a medios que es improbable que alguien pueda interrumpir la fiesta de Año Nuevo, y si eso ocurre será detenido. “Quédese en casa y proteste en otro sitio”, agregó.
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IO