No se trató de un reto de Tiktok, sino de un niño de 11 años que decidió montar toda una escena para fingir que había sido secuestrado, pero al final la policía se percató de que se trataba de una mentira para evitar ser castigado por sus padres.
Los hechos ocurrieron en Santa Cruz, Bolivia, luego de que un menor salió de su casa muy temprano con destino a la tienda, pero no volvió a regresar, causando gran angustia a sus familiares por más de ocho horas.
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Según las declaraciones de la tía, el menor salió de casa alrededor de las 10.30 a. m. hora local para comprarse caramelos, pero nunca llegó a la tienda. Recién fue localizado cerca a las 6.00 p. m. en la av. Teniente Vega. Hasta el momento, se desconoce su paradero durante esas ocho horas.
En su declaración, el menor aseguró que había sido secuestrado junto con otros niños y por unos hombres disfrazados de payasos, pero sus contradicciones revelaron que todo era una mentira.
"Él se asustó y manifestó que es mentira, no hubo tales niños, amarrados, no hubo ninguna camioneta y menos sujetos con máscaras de payasos, pero no dijo dónde realmente estaba", explicó el fiscal del caso, Daniel Lobo.
Luego de la confesión, fue llevado a las oficinas de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) para los respectivos exámenes psicológicos. Más tarde, mediante un video, agradeció a las personas que compartieron su foto para su búsqueda y a quienes pidieron que sea encontrado en buen estado.
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