Para protestar por la crisis climática, un grupo de activistas llegaron a la monumental Fontana de Trevi en Roma y arrojaron un liquido negro que tiñó el agua de la fuente.
Los manifestantes desplegaron un mensaje en el que exigen que los gobiernos dejen de invertir en combustibles fósiles. El líquido arrojado al agua de este monumento es presumiblemente carbón líquido.
Esta no es la primera vez que se realizan este tipo de protestas, pues anteriormente se ha replicado en la fuente de la Barcaccia de la Plaza de España romana o la de los Cuatro Ríos de Gian Lorenzo Bernini en la Plaza Navona.
Una decena de jóvenes entró en el agua de la joya del Barroco para advertir que “nuestro país está muriendo” a causa de la crisis climática y señalaron como una de sus consecuencias las inundaciones en Emilia-Romaña, en el norte italiano y que han causado 14 muertos y 36.600 desplazados.
La Policía acudió al lugar para arrestarlos, entrando al agua para sacarlos uno a uno, mientras que los turistas que visitaban el monumento reaccionaban con insultos y abucheos a su acción.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, pidió en sus redes sociales acabar con “estas absurdas agresiones a nuestro patrimonio artístico” como la mítica Fontana, que en 2015 vio concluida su restauración y limpieza tras un año y medio de labores.
“Hoy ha sido vandalizada la Fontana di Trevi. Su recuperación será cara y compleja y esperamos que no haya daños permanentes. Invito a los activistas a medirse en un terreno de debate sin poner en riesgo los monumentos”, pidió el regidor.
Última Generación
El grupo “Ultima Generazione” (Última Generación) reivindicó la acción en su perfil de Instagram y exigió “bloquear los subsidios públicos a los combustibles fósiles y poner la atención en el colapso climático al que nos dirigimos”.
El pasado noviembre arrojaron sopa a un cuadro de Van Gogh de una exposición temporal de Roma y mancharon con pintura el “El Dedo” del Maurizio Cattelan frente a la Bolsa de Milán, además de la escultura ecuestre del Vittorio Emanuele II frente al Duomo o catedral de esa ciudad.
Castigos para actos vandálicos
Dos activistas están siendo juzgados en el Tribunal del Vaticano por dañar con pegamento el basamento de esta escultura del Laocoonte en una protesta.
El Gobierno italiano ha aprobado un proyecto de ley que castigará a los autores de actos vandálicos contra obras de arte, monumentos o patrimonio con multas de hasta 60.000 euros o sanciones penales.
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AA