En Ohio, Estados Unidos, un grupo de doctores se llevaron una sorpresa en el estómago de un niño donde encontraron una bola de goma de mascar que le obstruía el aparato digestivo y que por poco le provoca la muerte.
El menor tuvo que ser operado de emergencia por presentar fuertes calambres, un cuadro de diarrea y un dolor agudo en el estómago, esto a causa de la gran masa de goma de mascar que comenzó a obstruir su sistema digestivo.
Cabe destacar que el día del accidente, la madre del paciente dijo que el niño se había comido un tarro entero de chicle sin azúcar. Al enterarse, inmediatamente llamó al centro de envenenamiento local, quien le aconsejó que acudiera a la sala de emergencias.
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Los médicos sacaron la masa de chicle a través de la garganta, pero el costo fue algo alto, pues el procedimiento requirió de las extracciones dentales. Cabe destacar que durante este tiempo se le pidió al infante que se colocara boca arriba con el tubo introducido por su garganta.
A pesar de que esta solución creativa evitó una apertura gigantesca en el estómago, los médicos externaron que al día siguiente de su intervención, el infante se quejó de un fuerte dolor de garganta, esto debido a la cantidad de extracciones que se hicieron para poder quitar todo el chicle de su estómago.
¿Por qué el cuerpo no digiere el chicle?
Debemos recordar que aunque sea una pieza, el cuerpo humano no puede digerir la goma de mascar porque está hecha de polímeros sintéticos y látex, que no se descomponen fácilmente cuando se ingieren.
De hecho, cuando alguien traga demasiado chicle, puede agruparse y formar una masa que obstruya los intestinos. En estos casos lo mejor es acudir con un especialista, no automedicarse e informarle lo que verdaderamente pasó al doctor para que así ellos puedan salvarnos la vida.
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AA