El accidente del avión Embraer E190AR de Azerbaijan Airlines, que dejó 38 muertos, ha desatado controversia tras surgir sospechas de que un misil de defensa aérea podría haber sido el causante de la tragedia.
La aeronave intentaba aterrizar en Grozny, Chechenia, cuando perdió el control, según las comunicaciones entre la tripulación y el control de tráfico aéreo.
Fallos en cabina y el último contacto
El piloto reportó problemas graves minutos antes del accidente. A las 8:19 horas, indicó pérdida de control y alta presión en cabina, seguido de un fallo hidráulico a las 8:22 horas.
Dos minutos después, el avión desapareció del radar, reapareciendo cuando intentaba aterrizar en Aktau, Kazajistán, donde finalmente se estrelló.
Hipótesis de un ataque con misiles
Reportes del canal de Telegram VChK-OGPU, vinculado a los servicios de seguridad rusos, sugieren que el sistema de defensa aérea Pantsir-S1 habría disparado un misil contra el avión.
La explosión, ocurrida a unos 18 kilómetros de Grozny, causó daños que la tripulación confundió inicialmente con una colisión con aves. Sin embargo, rastros de metralla y la trayectoria del vuelo refuerzan la teoría del impacto por misil.
Contradicciones y restricciones en la investigación
Aunque medios rusos apuntaron a un dron como responsable, expertos descartan esta hipótesis, ya que un ataque con UAV habría destruido completamente la aeronave.
Además, Kazajistán ha limitado el acceso a las investigaciones, negando la participación de Rusia y Azerbaiyán. La caja negra del avión, ahora bajo análisis, podría esclarecer el origen del accidente.
Procedimientos y el “plan alfombra”
El cierre del espacio aéreo ruso, conocido como "plan alfombra", también complicó la situación. A pesar de las restricciones, el avión intentó aterrizar en Grozny, pero fue redirigido a Aktau.
Testimonios de pasajeros mencionan explosiones cercanas al avión durante sus intentos fallidos de aterrizaje.
Las investigaciones en curso apuntan a que la aeronave podría haber sido derribada por un misil, posiblemente disparado por fuerzas chechenas leales a Ramzan Kadyrov. El caso sigue rodeado de incertidumbre, y los resultados finales serán clave para determinar responsabilidades.
IO