Ante el cambiante panorama de la tecnología, 166 países de la ONU han votado a favor de una resolución para prohibir robots asesinos. Se busca negociar un tratado para regular su uso en conflictos.
Las armas autónomas impulsadas por inteligencia artificial presentan un nuevo terreno en el que muchos países consideran necesario discutir.
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Quince naciones se abstuvieron, tres votaron en contra de la resolución, incluyendo a Bielorrusia, Corea del Norte y Rusia. Acorde a Human Right Watch, las naciones más reacias han invertido o poseen interés en el uso de estas tecnologías de IA en conflictos.
Una de las grandes discusiones sobre este tema, es la falta de intervención humana en la toma de decisiones. Los sistemas basados en IA usarían sensores que los haría capaces de tomar sus propias decisiones sobre los objetivos que puedan atacar.
