El Papa Francisco, durante el consistorio del sábado para la elección de nuevos cardenales, mostró una notable marca morada en su barbilla y cuello. Esto generó duda entre muchos asistentes y espectadores del evento.
La incertidumbre llevó a muchos a preguntar si era un morete y si es que el pontífice se encontraba bien. No había forma de no notarlo, sobre todo cuando no se le había notado en fechas anteriores.
Sin embargo, pronto se reveló el motivo de este; un hematoma infligido por un accidente que experimentó el Papa Francisco. El portavoz del Vaticano pronto salió a revelar el causante, siendo que el Papa se había golpeado la barbilla con una mesilla.
No presenta nada grave la herida, meramente es un simple accidente que pasó. El acontecimiento no afectó a las tareas del pontífice de dar la homilía y continuar con su demás itinerario del día.