Por primera vez, el gobierno de Cuba ha solicitado asistencia alimentaria al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, enfrentando desafíos significativos para proporcionar leche subvencionada a niños menores de siete años.
Esta solicitud, realizada a finales del año pasado según informes del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba (Mincex), busca apoyo indefinido ante la escasez alimentaria.
El PMA está activamente buscando recursos adicionales para responder a esta petición cubana, explorando diversas vías de financiamiento y donaciones a través del diálogo con países tanto europeos como americanos, aunque aún no se confirman participantes en esta iniciativa de asistencia.
Simultáneamente, Cuba enfrenta un incremento significativo en los precios de combustibles y servicios básicos.
El Ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, anunció aumentos que superan el 400 por ciento en los precios de combustibles y un 25 por ciento en tarifas eléctricas para consumidores de más de 500 kilowatts hora.
Estas medidas, que entrarán en vigor el 1 de marzo, apuntan a revitalizar la economía cubana en un contexto de reducción de suministros de combustible y necesidad de adquisición a precios más elevados debido al deterioro de convenios internacionales y situaciones específicas con proveedores habituales.
Vicente de la O Levy, Ministro de Energía y Minas, detalló que Cuba ha tenido que incrementar sus importaciones de gasolina en los últimos años debido a una demanda que supera significativamente el suministro disponible, destacando un consumo que exige alrededor de 360 mil toneladas de gasolina frente a las 203 mil toneladas importadas en 2023.
Estas situaciones subrayan los desafíos económicos y sociales que enfrenta Cuba, desde la necesidad de apoyo internacional para asegurar la nutrición infantil hasta los ajustes en política energética y precios de servicios para mitigar las presiones económicas internas.
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