El Gobierno de Cuba enfrenta dificultades para asegurar la provisión de pan subvencionado incluido en la canasta básica hasta finales de marzo de 2024, debido a un notable desabastecimiento de harina de trigo.
Esta situación, reportada por medios oficiales el 25 de febrero de 2024, se atribuye a complicaciones en los embarques planificados, según declaraciones del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), aunque los detalles específicos no se han precisado.
Cuba, que depende en gran medida de las importaciones para su consumo, adquiere aproximadamente el 80 por ciento de sus productos alimenticios del exterior.
En años recientes, ha establecido convenios con naciones aliadas, incluyendo a Rusia, para asegurar el suministro de harina de trigo, esencial para la elaboración de pan, un elemento fundamental en la dieta de los cubanos.
La isla dispone de cinco molinos encargados de procesar el trigo, localizados en La Habana, Santiago de Cuba y Cienfuegos.
Actualmente, solo el molino de Cienfuegos está en operación, produciendo alrededor de 250 toneladas de harina diarias.
Para cubrir las necesidades de la canasta familiar normada, Cuba necesita un promedio mensual de 20 mil toneladas de harina, según datos proporcionados por Cubadebate.
Esta crisis en la distribución de pan ocurre en un contexto marcado por la reaparición de apagones debido a la escasez de combustible en los últimos dos meses.
El país caribeño atraviesa por una severa falta de alimentos y medicamentos, cortes de electricidad recurrentes, una inflación acelerada y una dolarización parcial de la economía.
La coyuntura actual es resultado de una combinación de factores, incluyendo los impactos de la pandemia, la intensificación de las sanciones impuestas por Washington y fallos en las políticas económicas y monetarias del país.
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