En un movimiento político significativo, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha extendido una invitación formal a Luís Montenegro, el líder de la coalición de centroderecha Alianza Democrática y jefe del Partido Social Demócrata (PSD), para establecer el próximo gobierno.
Esta decisión llega después de una reunión crucial que tuvo lugar justo después de la medianoche del miércoles, marcando un punto de inflexión en la política portuguesa.
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La resolución de asignar los últimos cuatro escaños en el Parlamento, basada en los votos de los ciudadanos portugueses en el extranjero, culminó el miércoles por la noche.
Estos votos resultaron ser decisivos, otorgando a la Alianza Democrática un total de 80 asientos en la Asamblea Nacional, superando por un estrecho margen al Partido Socialista (PS), que quedó con 78 escaños bajo la dirección de Pedro Nuno Santos.
El PS ha expresado su disposición a no interferir con la formación de un gobierno minoritario liderado por la Alianza Democrática en la próxima votación parlamentaria.
El panorama político portugués se ve particularmente alterado por el ascenso del partido de extrema derecha Chega, que ha aumentado su representación de 12 a 50 escaños desde las elecciones de 2022, desafiando décadas de alternancia en el poder entre los partidos socialdemócrata y socialista.
Montenegro, quien fue designado poco antes de su viaje a Bruselas, asumirá su nuevo rol como Primer Ministro en encuentros con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y representantes del Partido Popular Europeo.
Sin embargo, la composición de su gobierno se revelará el 28 de marzo, y su mandato comenzará oficialmente el 2 de abril, siempre y cuando reciba el respaldo mayoritario del parlamento.
De no obtener la necesaria mayoría legislativa, se explorarían otras opciones políticas, incluyendo la posibilidad de nuevas elecciones.
A pesar de liderar un gobierno minoritario y descartar cualquier pacto con la ultraderecha por el momento, Montenegro y su partido enfrentan el desafío de navegar un entorno político complejo para impulsar las reformas legislativas necesarias.
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