El presidente ruso Vladimir Putin declaró que no ve ninguna amenaza a la soberanía de Rusia que justifique el uso de armas nucleares.
Durante su intervención en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Putin subrayó que el uso de estas armas solo es posible "en casos excepcionales" y afirmó que ese escenario no ha surgido.
Desde que ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, Putin ha mencionado repetidamente la posibilidad de utilizar armas nucleares.
Sin embargo, en esta ocasión aclaró que las armas nucleares se usarían únicamente para defender la integridad territorial rusa, según lo dicta la doctrina militar del país.
"Es un instrumento vivo y nosotros seguimos atentamente lo que ocurre en el mundo, a nuestro alrededor. Y no descartamos introducir algún cambio en esta doctrina", añadió.
Amenaza de armar a enemigos de Occidente
Putin también indicó que Moscú se "reserva el derecho" de proporcionar armas a los enemigos de Occidente como respuesta a la decisión de algunos miembros de la OTAN de autorizar el uso de sus armas para defender el territorio ucraniano.
"Si ellos envían armas a la zona de combate y dejan que se usen contra nuestro territorio, ¿por qué no tendremos nosotros el derecho a hacer lo mismo?", preguntó Putin, aunque matizó que esta decisión no sería inmediata, sugiriendo que podría tener implicaciones significativas para la estabilidad global.
Asimismo, el líder ruso aseguró que no ve necesario realizar una nueva movilización para suplir las pérdidas humanas sufridas por su ejército.
"La gente viene voluntariamente y va a las líneas del frente para defender su Madre Patria", explicó, agregando que no están planeando una nueva movilización.
Sin embargo, reconoció que el contingente actual podría ser insuficiente si Rusia quisiera alcanzar rápidamente sus objetivos en Ucrania.
"Nosotros optamos por una táctica diferente. Expulsamos al enemigo de los territorios que deben quedar bajo nuestro control", explicó.
Crecimiento económico a pesar de sanciones
Putin también afirmó que la economía rusa está creciendo a pesar de las sanciones internacionales.
Este crecimiento se debe, en parte, al incremento del intercambio comercial con África, Medio Oriente y Asia, lo cual ha permitido a Rusia sortear algunas de las restricciones económicas impuestas por Occidente.
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