El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, falleció en Teherán tras un ataque con proyectil de corto alcance, en una operación que las autoridades iraníes atribuyen a Israel. Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, informaron este sábado 3 de agosto que el ataque tuvo lugar en la residencia de Haniyeh en la capital iraní, donde se encontraba para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de Irán, Masud Pezeshkian.
De acuerdo con un comunicado emitido por los Guardianes de la Revolución y publicado por la agencia oficial de noticias Irna, "esta operación terrorista se llevó a cabo disparando un proyectil de corto alcance con una ojiva de unos 7 kilogramos desde fuera del lugar donde se alojaban los huéspedes, provocando una fuerte explosión". En el comunicado, se acusa a Israel de llevar a cabo el ataque con el apoyo de Estados Unidos.
Reacciones y promesas de represalias
La muerte de Haniyeh, que lideraba el grupo considerado terrorista por la Unión Europea, ha generado una fuerte reacción en Irán y Hamás, quienes han prometido tomar represalias por este acto. El ataque no solo ha tensado aún más las relaciones entre Irán e Israel, sino que también ha escalado la conflictividad en la región.
Ismail Haniyeh se encontraba en Teherán para participar en la toma de posesión de Masud Pezeshkian, el nuevo presidente de Irán. La presencia de Haniyeh en el país subraya los estrechos lazos entre Irán y Hamás, que se han fortalecido en los últimos años en oposición a Israel. La muerte de Haniyeh representa un duro golpe para Hamás y podría desencadenar una serie de respuestas violentas en la región.
Implicaciones internacionales
El asesinato de Haniyeh y las acusaciones directas contra Israel y Estados Unidos pueden tener amplias repercusiones internacionales. La operación ha sido vista como una muestra de la capacidad de Israel para llevar a cabo ataques precisos en territorio extranjero y refuerza la percepción de que Estados Unidos respalda estas acciones.
Irán y Hamás han dejado claro que este ataque no quedará sin respuesta. La promesa de represalias por parte de ambos actores aumenta la posibilidad de un recrudecimiento de la violencia en la región, lo que podría afectar a la estabilidad de Oriente Medio y aumentar la tensión entre los actores involucrados.
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