El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Ucrania de llevar a cabo una "provocación a gran escala" tras una incursión fronteriza en la región de Kursk. En medio de intensos combates entre las fuerzas de ambos países, Putin denunció el bombardeo indiscriminado de edificaciones civiles, edificios de viviendas y ambulancias por parte de las tropas ucranianas.
Durante una reunión televisada con el Gobierno, Putin informó que tras la conclusión de la misma, se reunirá con los jefes del Ministerio de Defensa, el Estado Mayor y el Servicio Federal de Seguridad (FSB) para discutir la protección fronteriza. Además, instó al Gobierno a brindar asistencia inmediata a los ciudadanos de Kursk afectados por la incursión.
El gobernador de Kursk, Alexei Mironov, reportó la evacuación de varios miles de civiles desde el martes y aseguró que "la situación en la región es controlable".
Por otra parte, el Ministerio de Defensa de Rusia reconoció que los combates continuaron por segundo día consecutivo en un esfuerzo por expulsar a las tropas ucranianas que penetraron en Kursk. Según un comunicado militar, las fuerzas rusas, junto con unidades del FSB, lograron impedir que el enemigo se adentrara profundamente en territorio ruso, gracias a la coordinación entre sus tropas, aviación y artillería pesada.
Situación en el terreno
El conocido bloguero militar ruso Rybar informó que las tropas ucranianas se habrían fortificado en tres localidades de Kursk, con unos 400 hombres en el área y otros dos mil soldados emplazados en la frontera. Por su parte, el canal militar ucraniano DeepState indicó que las Fuerzas Armadas de Ucrania habrían capturado a un grupo de soldados rusos, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente.
El último intento de incursión ucraniana en Kursk tuvo lugar en marzo, cuando, según el FSB, más de 100 soldados ucranianos fueron abatidos y seis tanques destruidos. A diferencia de incursiones previas, esta vez no ha habido reivindicaciones de grupos armados integrados por voluntarios rusos leales a Kiev.
Impacto humanitario y reacciones internacionales
La incursión y los combates en Kursk han provocado una crisis humanitaria con miles de civiles evacuados. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada del conflicto, que podría tener graves repercusiones para la estabilidad regional.
Putin ha reiterado la importancia de proteger las fronteras rusas y responder con firmeza a cualquier acto de agresión. Mientras tanto, Ucrania no ha confirmado oficialmente la operación, y las informaciones sobre la guerra en Ucrania continúan siendo difíciles de verificar de manera independiente.
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