Nicolás Maduro asumió este viernes su tercer mandato consecutivo como presidente de Venezuela, en una ceremonia marcada por acusaciones de fraude electoral y críticas internacionales. Ante el Parlamento venezolano, encabezado por el chavista Jorge Rodríguez, Maduro juró continuar su gobierno hasta 2031.
“Juro que este nuevo período presidencial será el período de la paz”, afirmó Maduro. En respuesta, Rodríguez lo declaró como presidente constitucional.
La ceremonia se llevó a cabo bajo un amplio despliegue de seguridad en Caracas, con calles bloqueadas y retenes policiales reforzados. Los alrededores de los poderes públicos permanecieron altamente vigilados.
Cierre de fronteras y denuncias de conspiración
El gobierno venezolano ordenó el cierre de la frontera terrestre y aérea con Colombia hasta el lunes, alegando una “conspiración internacional”. Las autoridades han señalado previamente a Estados Unidos y Colombia como responsables de presuntos intentos de derrocamiento, aunque Washington ha negado cualquier implicación.
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El dirigente opositor Edmundo González Urrutia, reconocido como “presidente electo” por el gobierno de Estados Unidos, sigue en República Dominicana tras una gira internacional. Aunque había anunciado su intención de regresar a Venezuela, el gobierno de Maduro advirtió que sería tratado como “invasor” si intenta ingresar sin autorización.
Tensión con la oposición
La ceremonia de investidura ocurrió un día después de una protesta liderada por la opositora María Corina Machado, quien denunció haber sido brevemente detenida tras participar en una marcha contra Maduro. El gobierno calificó la acusación como una “operación psicológica”.
Machado prometió explicar los detalles del incidente y delinear los próximos pasos de la oposición en Venezuela.
Propuestas de Maduro y retos internacionales
Durante su nuevo mandato, Maduro propone una reforma constitucional que, según críticos, podría restringir aún más las libertades. También prometió recuperación económica tras años de recesión, alta inflación y la migración de más de siete millones de venezolanos.
En el panorama internacional, se prevén nuevas sanciones bajo la presidencia de Donald Trump, quien ha prometido una política más estricta hacia el gobierno de Maduro.