El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que la implementación de su política arancelaria implicará "un costo y problemas de transición", aunque enfatizó que, a largo plazo, será beneficiosa para el país.
Durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca, Trump expresó: "Habrá un costo y problemas de transición, pero al final será algo maravilloso. Estamos trabajando con muchos países y todo irá bien".
Este reconocimiento se produce tras la decisión del mandatario de decretar una tregua parcial de 90 días en la aplicación de aranceles a la mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos, con la notable excepción de China, cuyos gravámenes se incrementaron al 125 por ciento.
Esta medida busca aliviar las tensiones comerciales y brindar un respiro a los mercados financieros.
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La política arancelaria de Trump ha generado reacciones mixtas a nivel internacional. Mientras algunos líderes ven la tregua como una oportunidad para la negociación, otros consideran que las medidas iniciales fueron injustificadas.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, calificó la tregua como "una puerta a la negociación" tras una decisión "injustificada e injusta".
A pesar de las críticas, Trump mantiene su postura, argumentando que estas acciones son necesarias para corregir desequilibrios comerciales y fortalecer la economía estadounidense. Sin embargo, reconoció que habrá desafíos en el proceso de implementación de estas políticas.
La comunidad internacional permanece atenta a las próximas decisiones de la administración Trump en materia comercial, especialmente en lo que respecta a las relaciones con China y otros socios estratégicos.
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