CIUDAD DE MÉXICO, 14 de diciembre (SinEmbargo).- Catorce jornadas después de haber entregado la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto reapareció en el Estado de México.
Empleados que lo atendieron en un lujoso restaurante de Metepec compartieron una imagen en la que posa Enrique.
De acuerdo con la publicación, Peña Nieto se comió un short rib horneado durante 24 horas.
El priista había sido visto por última vez el domingo 1 de diciembre, después de que entregara la estafeta y escuchara el discurso de Andrés Manuel López Obrador.
“Nada ha dañado más a México que la corrupción de los gobernantes y de una cúpula del poder privado”, dijo Andrés Manuel López Obrador. Peña escuchó.
Ese día, el nuevo Jefe del Ejecutivo federal exhibió ante el país el fracaso de tres décadas de política neoliberal. Culpó a esa corriente de pensamiento económico e ideológico por los grandes males que sufre México: la marginación, la corrupción, la violencia. “Un desastre”, dijo. “Se acabó”. Peña escuchó.
“Hoy no inicia un nuevo Gobierno, hoy comienza un cambio de régimen político de México”, advirtió. Peña se volvió viral por los rostros que hizo.
En entrevista, Juan Villoro dijo que Enrique Peña Nieto se desenvolvió, durante años, ajeno a la vida del país que gobernaba.