CIUDAD DE MEXICO, 28 de enero, (SinEmbargo).- Desde el 2002 comenzó la ordeña de combustible en Petróleos mexicanos (PEMEX) y el problema aumentó año con año, a pesar de que en el 2007 el Gobierno ya contaba con un atlas en las instalaciones estratégicas de la petrolera, aseguró Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (SENER).
En una reunión de trabajo con la Tercera Comisión de la Permanente sobre la estrategia del Gobierno federal para combatir el robo de combustible, la titular de la SENER precisó que en el 2018 se reportaron un total de 14 mil 849 tomas, 43.72 por ciento superior a lo registrado en el 2017.
La Secretaria de Energía precisó que en el 2002, en el sexenio del ex Presidente Vicente Fox Quesada, se registraron un total de 180 tomas clandestinas y el robo siguió creciendo hasta romper récord el año pasado.
“En el 2007, después de que se hizo un atlas en las instalaciones estratégicas y esta información no se manejó con el debido cuidado como estrictamente confidencial, ese año se registraron 323 tomas”, señaló Nahle.
De acuerdo con la funcionaria, en el 2011 se contabilizaban 800 y en el 2015 eran 2 mil 660 tomas. Para 2016 el número ya había aumentado a 6 mil 873 tomas clandestinas.
En el 2017 la cifra creció a 10 mil 363 tomas y el año pasado cerró con 14 mil 894.
La estrategia
El titular de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza, señaló que el promedio de robo de combustible pasó de 56 mil barriles sustraídos en 2018 a 20 mil de diciembre a la fecha, por lo que el cierre de ductos como parte de la estrategia de combate al huachicol no es ocurrencia sino “cumplir la ley”.
Durante su comparecencia ante la Tercera Comisión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, exposición, el titular de PEMEX declaró que el cierre de ductos “no son ocurrencias, es cumplir la ley”, ya que el robo de combustible representa un daño a la Nación.
El titular de PEMEX añadió que desde el inicio del control de los ductos, el robo ha disminuido y actualmente se encuentra en un promedio de 20 mil barriles diarios. Detalló que de este total, sólo 5 mil son extraídos de los ductos en operación; mientras los 15 mil restantes son producto del combustible que queda almacenado en los ductos tras el cierre de los ductos.
Romero Oropeza recordó que el promedio de barriles robados en el 2018 fue de 56 mil. En noviembre eran 81 mil barriles. Mientras en los primeros 20 días en diciembre, una vez que la operación de combate al robo de combustibles inició, el número aumentó a 76 mil.