México

¿Cómo matar PEMEX en 3 sexenios?

CIUDAD DE MEXICO, 8 enero (SinEmbargo).- Desde los monitores de la Torre de Petróleos Mexicanos (PEMEX) se detectaba el robo de combustible, pero en vez de cerrar las válvulas de los ductos, las mantenían abiertas, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Por ello ahora se cuida la distribución y se tienen 4 mil elementos vigilando, anunció.

Especialistas en el sector energético aseguraron que esta parte de la estrategia contra el huachicol tiene fallas y podría elevar los precios de las gasolinas por el costo de las pipas, pero la raíz del problema ha sido la “destrucción” a la Empresa Productiva del Estado en sexenios pasados que absorbieron sus recursos, con lo cual se dejó de lado la inversión en logística y en refinación.

En los últimos 20 años, las contribuciones que PEMEX debe pagarle al Estado mexicano han representado el 40 por ciento de los ingresos totales del Gobierno federal, documentó Gonzalo Monroy, especialista en energía de la consultoría GMEC.

En contraste, en el Presupuesto para 2019 a la petrolera le quedaron 13 mil millones de dólares para inversión, de los cuales, 10 mil 300 millones son para producir petróleo, 2 mil 500 millones para refinación (el proyecto en Dos Bocas, Tabasco), y solo 125 millones de dólares van para la parte de logística, donde se tiene el actual problema.

La producción de PEMEX pasó de 3 mil 12 millones de barriles diarios en el año 2000 a mil 841 miles de barriles diarios hasta noviembre del 2018, 38.87 por ciento menos.

“Todo lo que está pasando, y hay que subrayarlo, es un problema de PEMEX. Las empresas que tienen su propio suministro y logística no están teniendo desabasto. Teniendo más inversión, pueden contribuir a la seguridad energética. Las que dependen de PEMEX también fueron las primeras que se quedaron sin poder repartir”, comparó el experto.

En el centro, la estadounidense Mobil está trayendo su propio combustible por tren desde Louisiana; en Sonora, las G-500 distribuyen la propia; o en Baja California se importan por un poliducto desde Estados Unidos, ejemplificó.

Aunque PEMEX sigue distribuyendo al 95 por ciento de las más de 11 mil estaciones en el país, de acuerdo con los datos del Gobierno federal.

Entre los ocho últimos titulares de PEMEX, de 2000 a la fecha, destacan Jesús Reyes Heroles González-Garza (2000-2004) y Emilio Lozoya Austin (2012-2016), señalado de presunta participación en el caso de sobornos de la constructora Odebrecht.

“Estamos viendo el resultado de todas esas gestiones presidenciales anteriores”, afirmó Nicolás Domínguez Vergara, investigador energético de la Universidad Autónoma de México (UAM). “Han marcado un desastre bastante grande, pero ha sido en gran parte porque se ha querido privatizar a la empresa. Todos los negocios de PEMEX se le quitaron por la Reforma Energética y antes se le quitaron recursos que se usaban para el Gobierno federal. PEMEX siempre fue la caja chica del Gobierno, y obtenía sus ganancias”.

“PEMEX tuvo una deuda que fue creciendo y se debió precisamente a que no tenía suficientes recursos. Si todas las ganancias de un negocio se le quitan, entonces no tiene para invertir ni pagar sus deudas. Es una de las empresas más endeudadas de la industria petrolera y del mundo”, agregó.

Sus pasivos ascienden a 3 mil 609 millones de pesos en 2018, un 443 por ciento más que los 663 millones 814 mil 395 pesos de 2002, de acuerdo con las cifras históricas de PEMEX.

El empresario gasolinero, Carlos Elizondo Sandoval, agregó que PEMEX ha tenido que dar utilidades adelantadas.

“El Congreso federal estima en diciembre las utilidades que tendrá que dar la empresa y entonces con base en eso se hacen los presupuestos para el Gobierno federal. Entonces cuando la empresa no entrega los resultados o ganancias que el Congreso estimó, tiene que endeudarse para pagar ese dinero que se le puso como meta. Es la única empresa mundial que tiene que dar utilidades adelantadas y eso es un error”, explicó el representante de 800 gasolineras en 2 mil 800 estaciones a nivel nacional.

“En los últimos sexenios la administración de PEMEX ha sido para destruir a la empresa. Ha habido una inexperiencia total en el manejo”, añadió.