Carlos Romero Deschamps dejó el cargo de Secretario General luego de 26 años al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, tiempo en el que fue cómplice de los gobiernos panistas y priistas en el desvío de recursos
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de octubre (SinEmbargo).– Carlos Antonio Romero Deschamps fue durante 26 años un hombre clave en Petróleos Mexicanos (Pemex), hasta hoy. Desde su posición como líder petrolero fue cómplice de los gobiernos priistas y panistas en los desvíos de recursos para campañas, en el descuido en las operaciones que llevaron a la petrolera a producir cada vez menos, y en su última etapa de poderío apoyó reformas cuestionadas como la Energética.
Pero este 16 de octubre su polémico paso por la petrolera acabó: la dirigencia nacional del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) anunció que Romero Deschamps presentó su renuncia. Se espera que Manuel Limón Hernández, Secretario del Interior del Comité Ejecutivo General y actual Diputado por el PRI, lo releve.
Desde 1993, Romero Deschamps ocupó la dirigencia del STPRM, que cuenta con 93 mil 586 afiliados en activo y es el gremio más importante dentro de Pemex y uno de los más poderosos en México y América Latina.
El otro gremio de Pemex, el Sindicato Petroleros de México (Petromex), obtuvo su registro apenas el 26 de marzo de este 2019.
Romero Deschamps (Tampico, 1944), contador público por la Escuela Bancaria y Comercial, llegó al STPRM en 1969 con el cargo de trabajador eventual en la refinería de Salamanca (Guanajuato) hasta que su primo hermano, Víctor Deschamps, lo presentó con el entonces líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, quien lo incluyó en su equipo de trabajo desde donde cumplía tareas de mensajería y fue su chofer.
Después se convirtió en secretario general de la sección 35 impulsado por “La Quina”.
“Le agarramos confianza por ser de Tampico, y porque se mostraba muy apasionado de las ideas sindicales”, relató “La Quina” en una entrevista en la que también lo acusó de traición.
“Siempre se mostró como el más servil de todos los secretarios generales, el que estaba más dispuesto a alabarme, a echarme porras, a apoyarme en todo, llegaba al grado de ser arrastrado, pero se enmascaró bien”, declaró “La Quina” cuando el Presidente Carlos Salinas de Gortari ordenó al Ejército su arresto, el 10 de enero de 1989.
Romero Deschamps compaginó su vida sindical con la política. Fue secretario de Acción Política de la Dirección Juvenil del PRI en 1970 y un año más tarde fue comisionado nacional del STPRM. Ha sido dos veces Senador de la República [1994-2000 y 2012-2018] y tres veces Diputado federal [1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003].
El exlíder petrolero logró permanecer los 12 años que duraron los gobiernos de Acción Nacional (PAN): todos los presidentes, incluidos Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, se han tomado la foto con él.
Se le atribuye la autoría del “Pemexgate”, el desvío de mil 500 millones de pesos propiedad del sindicato para el financiamiento de la campaña del candidato priista a la presidencia de la República, Francisco Labastida Ochoa, en 2000.
De este caso salió bien librado Romero Deschamps. En el sexenio de Fox no fue inculpado y el caso se cerró por falta de pruebas, a pesar de que el PRI recibió una multa de mil millones de pesos y Labastida Ochoa perdió las elecciones.
Desde 1993, cuando una votación a mano alzada lo convirtió en Secretario General, Romero Deschamps ha negociado cada dos años con 11 directores de Pemex. Siempre ha conseguido una serie de prestaciones que no tienen símil en ninguna empresa privada. Parte de ese conjunto de beneficios es la cláusula 77 que en las tres décadas que ha cumplido como dirigente jamás ha sido modificada. Esta vez, con Octavio Romero Oropeza al frente de la petrolera, la cláusula tampoco fue alterada.
Sobre Romero Deschamps y su familia pesan numerosas acusaciones de corrupción, sustentadas en evidencias sobre un tren de vida desenfrenado, con mansiones, yates y autos de lujo.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, el 1 de diciembre de 2018, y su salida del Senado que lo amparaba con el fuero constitucional, el exlíder sindical volvió a estar en la mira de la justicia.
Pese a las acusaciones sobre corrupción, Deschamps no ha pisado la cárcel como Elba Esther Gordillo, quien también llegó a lo alto del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en tiempos del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y quien se mantuvo al frente de su organización sindical por alrededor de 25 años.
López Obrador se refirió a las acusaciones en contra de Romero Deschamps en su conferencia matutina de miércoles. Valoró positivamente la inminente renuncia para enfrentar cargos ante la justicia.
En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, López Obrador reafirmó que Romero Deschamps está siendo investigado por las autoridades y vio positivamente que quien tiene “una denuncia de este tipo” se desvincule de su cargo para enfrentar el proceso judicial y “no involucrar” a la institución que representa.
Este 16 de octubre, luego de 26 años al frente del STPRM a base de reelecciones a mano alzada, Carlos Romero Deschamps –de 75 años de edad–dejó el cargo de Secretario General y si las investigaciones en su contra prosperan y es detenido tendrá una defensa jurídica segura, de acuerdo con una investigación realizada por la periodista Linaloe R. Flores en SinEmbargo.
Al negociar el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) 2019-2021, en julio pasado, el dirigente logró con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador la permanencia de la cláusula 77 que obliga a Petróleos Mexicanos a pagar los gastos de los abogados de cualquier trabajador aprehendido en cumplimiento de sus obligaciones.
Y Carlos Romero Deschamps es trabajador de Pemex. Así lo reconoce el Gobierno federal en la nómina transparente de la Empresa Productiva del Estado. Bajo su nombre no aparece el puesto por el que está contratado, pero hay dos sueldos brutos mensuales: uno de 38 mil 48 pesos con 50 centavos y otro de 6 mil 615 pesos con 90 centavos.