México

La extorsión vuelve a Michoacan con fuerza, y 4 cárteles rivales pelean ganancias del aguacate

En Michoacán, los cárteles cobran una cuota mensual por protección a los productores de aguacate, misma que se calcula con base en las hectáreas cultivadas o los kilogramos exportados.

La extorsión a estos trabajadores no es nueva, pero su resurgimiento refleja cómo hay un auge de la rentabilidad de la actividad ya que otras economías criminales en el estado se debilitan, señala un análisis de  InSight Crime.

Ciudad de México, 4 de octubre (InSightCrime).– Cuatro cárteles rivales del narcotráfico  extorsionan a los productores de aguacate  en Michoacán , una muestra de cómo esta fruta está cobrando mayor importancia como fuente de ingresos ilícitos en el contexto de la evolución de la dinámica criminal en el estado.

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la Nueva Familia Michoacana, el Cártel de Tepalcatepec y el Cártel de Zicuirán participan en esta boyante economía criminal, según el Fiscal general de Michoacán.

Michoacán produce más del 80 por ciento del aguacate  de México, con exportaciones anuales por valor de unos 2 mil 400 millones de dólares, que le han valido a la fruta el apodo de “oro verde”.

Los cárteles cobran una cuota mensual por protección a los productores de aguacate , la cual se calcula con base en las hectáreas cultivadas o los kilogramos exportados. Quienes no hagan los pagos pueden ser secuestrados o asesinados. A la hija de un distribuidor la mataron en la puerta del negocio de aquel, informó El País .

Michoacán produce más del 80 por ciento del aguacate de México. Foto: Graciela López, Cuartoscuro.

Además, el robo de aguacate pulula. A diario roban por lo menos cuatro camiones llenos de la fruta en ese estado, indicó The Guardian .

La competencia por estas ganancias criminales ha motivado una oleada de violencia que actualmente azota al estado de Michoacán. En agosto 2019, 19 personas fueron masacradas en la ciudad de Uruapan, centro de la industria aguacatera en Michoacán. Y sus cuerpos fueron exhibidos en tres puntos diferentes de la ciudad.

Las autoridades vincularon el atroz hecho a una guerra territorial entre el CJNG y Los Viagras, brazo armado de la Nueva Familia Michoacana, por el control de las economías criminales de la ciudad.

ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME

La extorsión a los aguacateros  en Michoacán no es nueva, sino más bien un resurgimiento, que refleja cómo hay un auge de la rentabilidad de esa actividad, al tiempo que se debilitan otras economías criminales en el estado.

Michoacán y su vecino Guerrero han sido por mucho tiempo lugares codiciados por los grupos criminales, como centros de la producción de heroína en México. Pero el auge de los opioides sintéticos ha causado un desplome del precio del opio a menos de una tercera parte de su valor de 2017, lo que dejó a los cárteles de la droga peleándose por fuentes de ingreso alternativas.

Policías en Apatzingán. Foto: Juan José Estrada Serafín, Cuartoscuro.

En forma paralela, la industria del aguacate en México ha cuadruplicado su valor en el transcurso de la última década, debido a la creciente popularidad de la fruta en Estados Unidos y Europa. Las exportaciones de aguacate del país tan solo hacia el mercado estadounidense crecieron 16 por ciento entre 2018 y 2019.

Varios actores criminales del estado tienen experiencia en la extorsión a la industria del aguacate. Se dice que el CJNG ha usado esa táctica para financiar su expansión desde la década de 1990, mientras que la Familia Michoacana entró al negocio alrededor de 2009. Ellos y sus disidencias estaban por tanto en buena posición para complementar la caída de las ganancias del opio apretando la soga en torno a los productores locales de aguacate.

El resurgimiento de esta economía criminal también refleja el debilitamiento de los grupos de autodefensa en Michoacán. Estos surgieron en 2014 en parte como respuesta a esas prácticas extorsivas y dieron un respiro temporal a los productores en algunas regiones. En los años siguientes, sin embargo, muchos de estos mismos grupos fueron infiltrados por los criminales, con lo cual las industrias locales han quedado nuevamente a merced de los cárteles.