CIUDAD DE MEXICO, 6 de octubre (Infobae).- Dos mexicanos murieron en el tiroteo ocurrido en un bar de Kansas, en Estados Unidos, donde hubo cuatro víctimas fatales en total, así como cinco heridos, confirmó el gobierno mexicano este domingo.
“Les comunico que hay dos mexicanos fallecidos en Kansas, extendemos el más sentido pésame del gobierno de México a sus familiares y amigos”, expresó en redes sociales el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
“Tendrán nuestro apoyo sus familias. (Estamos) Por tener datos respecto a quienes y porqué perpetraron este crimen”, agregó. Las autoridades locales creen que, a pesar de que las víctimas son latinas, no fue un ataque por motivos raciales.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ya había informado que se encontraba en comunicación con las autoridades locales en las primeras horas de este domingo. La balacera ocurrió por la madrugada.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lamentó lo ocurrido y puso a disposición el número telefónico 816-2883160 del consulado mexicano en esa ciudad estadunidense.
Las autoridades explicaron que los oficiales habían llegado al Tequila KC, un bar mexicano en el centro de Kansas City, la capital del estado, después de responder a una llamada de emergencia a la 1:27, hora local. Allí, los oficiales hallaron a cuatro personas muertas dentro del lugar. Otras cinco fueron transportados a hospitales del área, todos en condición estable, dijo Thomas Tomasic, el portavoz oficial de la policia de la urbe.
Unas horas después, el departamento de policía dio a conocer que buscaba a dos sospechosos por ser probables responsables del tiroteo, y publicó las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar. Hasta ahora, no han sido detenidos.
De acuerdo con medios locales, en el bar ocurrió una pelea en las horas previas al tiroteo, pero cuando la policía llegó no hallaron ningún altercado, por lo que se fueron. Las autoridades creen que dicha situación fue lo que inició el problema.
Un camarero del lugar donde ocurrió la balacera señaló que se había negado a servirle un trago a uno de los sospechosos horas antes de que abrieran fuego, porque el hombre había “causado problemas” en el bar.