México

'¿Quién embosca a mujeres y niños?”

CIUDAD JUAREZ, Chihuahua, 5 de noviembre (Agencias).- La familia LeBarón, compuesta por más de 5 mil integrantes, están dispuestos a buscar, ellos mismos, a los responsables de la masacre de nueve de sus miembros, para llevarlos ante la justicia y conocer qué autoridades los protegen.

Así lo expresó Julián LeBarón, familiar de las víctimas y líder de la comunidad mormona afincada en Chihuahua, en entrevista: “Todos estamos de acuerdo en que nosotros tenemos que saber quién lo hizo, y si necesitamos pedirle ayuda a Estados Unidos o a quién sea, nosotros vamos a dar con quienes fueron y por qué lo hicieron”.

Al igual que muchos de los miembros de la familia LeBarón, las nueve víctimas tenían la ciudadanía mexicana y estadounidense, explicó Julián, quien conformó en 2009 una guardia comunitaria armada para defender a su comunidad del crimen organizado.

“Nosotros tenemos doble nacionalidad, pero somos mexicanos, aquí nacimos, pero creemos que la libertad nos la da Dios, no nos la da el gobierno, y tenemos todo el derecho de defenderla, tenemos la obligación de defenderla”.

Julián LeBarón consideró que lo que sucedió a sus familiares es parte del riesgo que corren todos los mexicanos en los caminos y carreteras del país.

“Hasta cierto punto, todos hemos sido cómplices, porque tenemos al gobierno más grande y más caro de toda la historia que es incapaz de darle seguridad a los mexicanos”.

Les dispararon a quemarropa

Julián LeBarón fue uno de los primeros en llegar al sitio del ataque, un camino de terracería en la sierra de Chihuahua, en los límites con el Estado de Sonora. Fue ahí que encontró sin vida a sus primas Donna, Ronhita y Cristina, y a seis sobrinos, uno de ellos era un bebé de apenas un año de nacido.

Dijo que todos viajaban en tres camionetas, pero la primera en ser atacada a balazos fue en la que se trasladaba Ronhita y sus cuatro hijos. Cuando llegó vio que el vehículo se había incendiado y que todos sus tripulantes se habían calcinado.

Las otras dos camionetas, que se aproximaron cuando vieron el incendio, también fueron atacadas. Uno de sus sobrinos, que presenció el ataque, dijo que Cristina se bajó del carro cuando vio a sus agresores, “levantó los brazos señalando que es mujer y que venía con su familia, pero le dispararon casi a quemarropa en el pecho”.

“Lo hicieron con mucha saña, yo no sé cuales serían sus intenciones. No podemos entender quién embosca en dos incidentes separados a mujeres y niños”.

Seis de los niños lograron sobrevivir del ataque, entre ellos una bebé que permaneció sentada en la silla infantil de su vehículo por más de ocho horas, con el resto de los miembros de su familia asesinados.

Los niños que salieron huyendo caminaron 15 kilómetros, algunos cargando a sus hermanos pequeños, hasta llegar al rancho de sus familiares.

“Es heroico lo que hicieron esos niños”, dijo Julián.

Otro de los menores resultó herido de gravedad en el ataque, y fue trasladado en un helicóptero de la Guardia Nacional a un hospital en la ciudad de Phoenix, en Estados Unidos, para recibir tratamientos médicos.

Traumatizados

Seis de los niños LeBarón que sobrevivieron al ataque ocurrido ayer lunes, en el que murieron tres mujeres y seis menores más, se encuentran “sumamente traumatizados”, pues vieron cómo asesinaron a sus madres.

Entrevistado por Ciro Gómez Leyva, Alex LeBarón, miembro de esa comunidad reveló que “los niños están sumamente traumados. Fueron encontrados, después de 12 horas, en la sierra, solos con los cuerpos de sus madres tirados a un lado de ellos”.

Sobre el mismo hecho, uno de los niños sobrevivientes dijo que “una de las madres trató de gritar para que se detuvieran los balazos, no lo logró, los siguieron acribillando”.

La misma versión fue confirmada en “Despierta” por el activista Julián LeBarón, quien también dijo que la menor que se encontraba desaparecida, de nombre, Mackenzie, ya fue localizada luego de caminar varios kilómetros con heridas de bala.

Familiares de los LeBarón compartieron en redes sociales imágenes de los niños sobrevivientes, quienes ya fueron trasladados a un hospital en Arizona, Estados Unidos.