Cámara de Representantes de EE.UU. aprueba tratado comercial
WASHINGTON, EE. UU., 19 de diciembre (Reuters / SinEmbargo).- La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el jueves abrumadoramente el nuevo acuerdo comercial de América del Norte, que incluye normas más estrictas en materia laboral y de contenido automotriz, pero deja casi sin cambios el flujo anual de 1.2 billones de dólares entre los tres países.
La Cámara baja aprobó la ley destinada a implementar el acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá por 385 votos a favor y 41 en contra.
El acuerdo sobre el TMEC ahora pasará al Senado, pero no está claro cuándo lo votará la Cámara alta controlada por los republicanos.
El T-MEC, acordado por primera vez en septiembre de 2018, reemplazará el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado en 1994. Trump prometió durante años poner fin o renegociar el TLCAN, al que culpa de la pérdida de millones de empleos en las fábricas estadounidenses.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dio luz verde al T-MEC la semana pasada después de llegar a un acuerdo con la administración Trump, Canadá y México para fortalecer unas disposiciones laborales y eliminar algunas protecciones de patentes de medicamentos.
Los cambios negociados por los demócratas, entre ellos reglas ambientales más estrictas, también establecerán un mecanismo para investigar rápidamente los abusos a los derechos laborales en las fábricas mexicanas, logrando el apoyo de varios sindicatos estadounidenses que se opusieron al TLCAN durante décadas.
El 10 de diciembre de 2019, Estados Unidos, Canadá y México acordaron un protocolo de enmienda al T-MEC.
Las enmiendas incluyen modificaciones a elementos clave del texto original con respecto a la solución de controversias, disposiciones laborales y ambientales, derechos de propiedad intelectual y requisitos de acero y aluminio en las reglas de origen para automóviles.
Luego, el 13 de diciembre, la administración Trump presentó al Congreso la propuesta de Ley de implementación del T-MEC, que también refleja las enmiendas recientes.
El mismo día, se introdujo esa iniciativa en la Cámara de Representantes y luego, el 16 de diciembre, el proyecto se presentó en el Senado.
Primero, la Representación de Comercio de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) y algunos miembros del Congreso negociaron los cambios propuestos al T-MEC original; después la USTR negoció las enmiendas con los dos vecinos de Estados Unidos.
México fue el primer país en ratificar el acuerdo en junio de 2019 y aprobar las enmiendas por un voto de 107-1 en el Senado mexicano el 12 de diciembre. Por su lado, se prevé que Canadá realice la votación en su Cámara de los Comunes después de que se vuelva a reunir a fines de enero.
El T-MEC se presentó bajo la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por su sigla en inglés) conocida como fast track (vía rápida), la cual se otorga por el Congreso estadounidense al Ejecutivo para llevar a cabo negociaciones comerciales, y presentar los acuerdos firmados al Legislativo, para que éste los ratifique o desapruebe, sin modificar su contenido.
Bajo la TPA, el Congreso tiene un máximo de 90 días legislativos para votar sobre el acuerdo.
Votación histórica: Seade
Por su parte, el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade, destacó que la votación fue histórica en la Cámara de Representantes.
A la par, destacó que el retraso en la ratificación del T-MEC permitió un “mucho mejor tratado” para los tres países.
Para Seade, el T-MEC augurará un mayor compromiso y cumplimiento de ambos partidos en Estados Unidos.
La derogación del tratado anterior, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), fue una de las promesas centrales de la campaña de Trump para ganar los votos obreros en estados como Michigan, Ohio, Wisconsin y Pennsylvania. Y está a punto de cumplirla.
El TLCAN original eliminó casi todos los aranceles sobre productos fabricados y comerciados dentro de Norteamérica. Fue extraordinario porque vinculó a dos países ricos y desarrollados con otro pobre y en desarrollo. Desde entonces, el comercio de Estados Unidos con Canadá y México ha crecido más rápidamente que con casi cualquier otros países.
Desde hace años los demócratas sostienen que el TLCAN ha provocado enormes pérdidas de empleos fabriles en Estados Unidos a medida que las empresas trasladaron la producción a México, donde los salarios son bajos. Durante la campaña primaria, Trump se distinguió de los demás aspirantes republicanos por su retórica anti-TLCAN, y su gobierno negoció la actualización con los otros dos socios.
La Comisión de Comercio Internacional proyectó en abril que el T-MEC hará crecer la economía en 68 mil millones de dólares y 176,000 empleos en los próximos seis años.