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Estamos en deuda con el Pueblo

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Los jueces tenemos la obligación de ser motor del cambio social y en tal sentido debemos dejar atrás la visión anquilosada que entiende a los derechos sociales como meras declaraciones de buenas intenciones o como meras aspiraciones reivindicatorias, para transitar sin demora hacia un nuevo paradigma, que tenga como eje la plena vigencia, el pleno ejercicio y la plena exigibilidad del programa social de la ConstituciónLa Constitución refleja el anhelo de construir una sociedad más igualitaria, con mayor justicia social y para que este anhelo cristalice debemos tener la humildad y la sensibilidad de escuchar y atender el tremor social que demanda poner fin a las desigualdades que tanto lastiman a nuestro paísEn el ejercicio de nuestras funciones no debemos perder de vista que sus postulados se articulan, precisamente, en torno a una vocación social y buscan la finalidad práctica de acabar con las desigualdades, que históricamente y a la fecha han producido condiciones de vida inaceptables para millones de mexicanas y de mexicanos, impidiéndoles gozar de las libertades y derechos que la propia norma fundamental les promete y garantiza

CIUDAD DE MEXICO, 5 de febrero (Gobierno de México).- El Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Ministro Arturo Zaldívar, dijo que los poderes no le han cumplido a los mexicanos, al hablar hoy frente al Presidente.

“Estamos en deuda con el pueblo de México, estamos en deuda con los desprotegidos, estamos en deuda con los discriminados, estamos en deuda con los pueblos indígenas, estamos en deuda con las mujeres, estamos en deuda con nuestras niñas y niños, estamos en deuda con los grupos vulnerables, estamos en deuda con las personas con discapacidad”, dijo.

“No debemos perder de vista que sus postulados [de la Constitución] se articulan en torno a una vocación social. Y buscan la finalidad práctica de acabar con las desigualdades que históricamente y a la fecha han producido condiciones de vida inaceptables para millones de mexicanas y mexicanos, impidiéndoles gozar de libertades y derechos”.

Desatacó que “la Constitución de 1917 dio cauce a las aspiraciones plurales de una sociedad compleja y salida a una realidad política turbulenta”. Dijo que hoy el camino andado por la Constitución “ha dejado entre sus líneas un siglo de historia de política nacional”.

Indicó que ha ampliado sus horizontes hacia una protección mayore de la persona y sus libertades. Sin embargo, dijo, la Constitución de Querétaro es “anhelo todavía está en construcción”. Indicó que ha quedado un pendiente: acabar con las desigualdades del país.

A continuación, el texto de su discurso:

Señoras y señores:

El motivo que aquí nos reúne es el de rendir homenaje a la Constitución que hace 102 años fue aprobada por el Constituyente de Querétaro y promulgada un día como hoy.

A esa Constitución, emanada de la lucha revolucionaria, cuya promesa fue la de cimentar un nuevo país con paz, democracia, justicia y libertad. La Constitución de 1917 dio cauce a las aspiraciones plurales de una sociedad compleja y salida a una realidad política turbulenta.

Pero dentro de la amalgama de corrientes del pensamiento que la nutren, emerge en forma distintiva, un proyecto constitucional transformador, dirigido a efectuar un cambio social a gran escala en el contexto de un momento histórico definitorio y con sustento en un amplio consenso popular. Hoy, el camino andado por nuestra Constitución ha dejado entre sus líneas las huellas de un siglo de historia política nacional.

Ha sido una Constitución viva y en constante adaptación que, por la vía de la recepción del derecho internacional y de los derechos humanos, y la interpretación judicial, ha ampliado sus horizontes hacia una protección cada vez mayor de la persona y sus libertades. Sin embargo, permanecen insatisfechas las reivindicaciones de justicia y la legitima aspiración de cada persona de tener acceso a una vida digna.

Nuestro país fue precursor del constitucionalismo social, pero no hemos sido capaces de cumplir de manera completa la promesa constitucional de cambiar la forma como se estructuran las relaciones sociales en nuestro país.

En este sentido, la Constitución de Querétaro no es un documento estático, no es un documento acabado. Es un anhelo todavía en construcción.

En la coyuntura que vive el país debemos retomar la ruta del constitucionalismo trasformador que plasmaron los constituyentes de Querétaro.

Un constitucionalismo que se diferencia del constitucionalismo clásico porque no se agota solamente en la protección de las libertades individuales y de los derechos civiles y políticos, sino que se orienta de manera decidida hacia el ideal de un mundo mejor, en el que los derechos sociales sean una realidad y sean la vía para alcanzar, desde abajo, desde el respeto a la dignidad de los más olvidados, un verdadero cambio social.

La Constitución nos marca la ruta para abatir la desigualdad, combatir la pobreza y lograr el desarrollo económico en beneficio de todas y de todos.

Los Poderes de la Unión, sin excepción, estamos obligados a cumplir con este mandato.

Tenemos el deber de avanzar hacia este constitucionalismo, que no es una moda ni una coyuntura. Es una doctrina sólida que tiene sus cimientos firmes en la Constitución de Querétaro.

En el ejercicio de nuestras funciones no debemos perder de vista que sus postulados se articulan, precisamente, en torno a una vocación social y buscan la finalidad práctica de acabar con las desigualdades, que históricamente y a la fecha han producido condiciones de vida inaceptables para millones de mexicanas y de mexicanos, impidiéndoles gozar de las libertades y derechos que la propia norma fundamental les promete y garantiza.

Estamos en deuda con el Pueblo de México. Estamos en deuda con los desprotegidos, estamos en deuda con los discriminados, estamos en deuda con los pueblos indígenas, estamos en deuda con las mujeres, estamos en deuda con nuestras niñas y niños, estamos en deuda con los grupos vulnerables, estamos en deuda con las personas con discapacidad.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Poder Judicial de la Federación, en nuestra tarea de interpretar y defender la Constitución, debemos abanderar este modelo de transformación política y social, que no es optativo porque está plasmado en la Constitución.

Los jueces tenemos la obligación de ser motor del cambio social y en tal sentido debemos dejar atrás la visión anquilosada que entiende a los derechos sociales como meras declaraciones de buenas intenciones o como meras aspiraciones reivindicatorias, para transitar sin demora hacia un nuevo paradigma, que tenga como eje la plena vigencia, el pleno ejercicio y la plena exigibilidad del programa social de la Constitución.

Los derechos sociales imponen un deber de resultado, esto significa que el Estado mexicano tiene la obligación de satisfacer en forma inmediata sus contenidos mínimos y avanzar progresivamente en su protección.

Ante ello, el reto de los jueces federales es asumir sin ambages un proyecto de interpretación constitucional transformador, a través del cual se promueva el cambio social, dirigido a obtener resultados tangibles en la vida de las personas y orientado por los principios y valores constitucionales que hoy reivindica la sociedad mexicana.

La Constitución refleja el anhelo de construir una sociedad más igualitaria, con mayor justicia social y para que este anhelo cristalice debemos tener la humildad y la sensibilidad de escuchar y atender el tremor social que demanda poner fin a las desigualdades que tanto lastiman a nuestro país.

El constitucionalismo social transformador exige que cada juez, desde el ámbito de sus atribuciones, asuma el compromiso de participar en la construcción de una sociedad más justa y más igualitaria.

Hoy, como hace 102 años, estamos frente al reto de llevar a la práctica la Constitución.

La responsabilidad es enorme, pero si lo hacemos bien la cosecha será histórica. Hagámosla posible.

Momento de transición democrática

Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, enfatizó sobre la llamada cuarta transformación, dijo que el país vive un momento de transición democrática, gracias a que se consiguió a través de un relevante movimiento social, y debe llamársele una “transformación”.

“Por primera vez se ha roto un equilibrio de fuerzas. La historia se vino del lado en que queríamos”, señaló. Y destacó que la dirección que tomarán los cambios gubernamentales.

“La demanda popular está clara: eres fruto del impulso y la memoria, pero tenemos que evitar toda clases de descalificaciones, entusiasmos desmedidos y temores inútiles”, expuso.

“¿Qué hacemos con la cuarta transformación? Yo digo que impone, la gente sabe que está en ella. Solo nos quedan 25 días y 12 proyectos mayores acumulados como la nueva Ley General del Congreso. Si no se satisfacen las necesidades más inmediatas de la gente será muy difícil en los meses próximos seguir adelante. Tenemos la obligación constitucional de aprobar el Plan Nacional de Desarrollo”, dijo.

Y consideró que la SCJN debe abanderar el modelo de transformación en México y dijo que tienen la obligación de ser motor del cambio social. Llamó a transitar a una realidad que tenga como eje el programa social de la Constitución, de los derechos sociales.

El Presidente López Obrador encabeza el 102 aniversario de la Constitución mexicana en Querétaro, acompañado del Gobernador de Querétaro Francisco Domínguez; los presidentes de las cámaras de diputados y senadores, Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres, respectivamente; así como el Ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar.

Así como diversos miembros del Gabinete legal del Gobierno de México; gobernadores de todo casi todo el país, y legisladores federales.

La Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, destacó esta tarde que la Constitución de 1917 ha sido la de mayor permanencia de las tres que México ha tenido en su historia porque “fue el pueblo de México el que guió su mano y condujo su pluma” para su creación.

“Si la dimensión de la obra humana se mide por su permanencia, de las tres constituciones que ha tenido en su historia, la de Querétaro es la que ocupa el lugar señero”, dijo.

“La de Querétaro se considera la primera constitución social del siglo XX. Fue el pueblo de México el que guió su mano y condujo su pluma”, de ahí su permanencia, destacó.

“Leer la Constitución no es ejercicio de un sólo sentido, lo sabemos quienes tenemos la profesión de abogado y en especial quienes nos hemos desempeñado como jueces”.

Y consideró que jueces, magistrados y ministros están obligados a leer y releer los 136 artículos de la Constitución y dijo que sin importar quién la lea o cómo la lea, tiene un fin común: el bien de nuestra Patria.

El Gobernador Francisco Domínguez destacó que la “mejor forma de honrar la Constitución no es evocándola sino cumpliéndola”. “El lenguaje en la vida pública hermana o confronta, aproxima o divide”, añadió.

Llamó a preservar la aspiración soberana de los sentimientos de la Nación, el liberalismo, el laicismo humanista de la Constitución.

López Obrador dijo en su conferencia matutina, hoy que se conmemora una aniversario más de la Constitución de 1917, que se mantienen el espíritu de esta Constitución. Habló de la Cuarta Transformación de la vida pública del país, con la participación de millones de mexicanos. “Nos importa mucho recordar el que hoy se conmemora un año más de la aprobación de la Constitución de 1917”, recalcó.

“No vamos a olvidar estas fechas porque si no sabemos de dónde venimos difícilmente vamos a saber a dónde vamos”, y recordó que el artículo 27 de la Constitución establece el dominio de la nación sobre los recursos naturales, en particular del petróleo. “Han tratado de revertir este mandato constitucional, no lo han logrado del todo y nosotros estamos decididos a fortalecer el principio de que los recursos naturales son de la Nación”.

Y recordó que en México no hay una política como la de Estados Unidos de que el dueño de la tierra es también dueño del subsuelo. En México la Constitución establece que el subsuelo y todos los bienes que existen debajo de la tierra pertenecen a la Nación. “El petróleo siempre ha sido una gran tentación, la gran tentación”, consideró y dijo que por ello es muy importante la Conmemoración de la Constitución. “Aún modificada, reformada, es nuestra Ley de leyes, es el marco legal al que debemos de apegarnos en todas nuestras decisiones”, señaló.

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