CIUDAD DE MEXICO, 12 de marzo (SinEmbargo).- Alfonso Durazo Montaño, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, informó esta tarde que una de las hipótesis que se tiene en la investigación por la presunta desaparición de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, es que fueron bajados del autobús en el que viajaban por un grupo criminal que contrataron para cruzarlos a Estados Unidos. El funcionario federal añadió que, según la información de inteligencia que se tiene, diversas organizaciones criminales de la zona están ofreciendo ese servicio.
En conferencia de prensa, Durazo Montaño consideró que “la ausencia de violencia y el hecho de que no hayan sido seleccionados sólo hombres minimiza el riesgo de las personas [bajadas del autobús]”. “Una de las hipótesis es que habrían contratado servicios para cruzar a Estados Unidos”, dijo.
Sin embargo, más adelante, a pregunta expresa de los reporteros, Durazo dijo que esa es una hipótesis: otra es que hayan sido secuestrados o desaparecidos por un grupo criminal.
“Una de las hipótesis es que hubiesen estado en ruta hacia EU en una eventual acuerdo con tratantes de personas, comúnmente llamados polleros. Otra de las hipótesis es por supuesto que hubiese habido algún acto de alguna organización criminal y que pudiera desembocar en una desaparición o secuestro”, precisó el titular de la SSP. El funcionario reiteró que aún están en el proceso de investigación.
“¿Ha fallado la seguridad? Creo que lo que pudiéramos decir es que la seguridad es deficiente prácticamente en todo el país por las severas limitaciones de personal de seguridad que tiene el Gobierno de la República”, agregó. Alfonso Durazo informó también que según lo dicho por el Secretario de Seguridad de Tamaulipas se planteó que los sujetos armados llevaban una lista de las personas que iban a bajar de la unidad.
“La información de inteligencia refiere que los grupos delictivos que operan en la entidad ofrecen el servicio del traslado de migrantes a Estados Unidos”, añadió el titular de la SSP.
También precisó que los gobiernos de Honduras, Guatemala y Salvador señalaron que no hay denuncias en esos países por la desaparición de migrantes en esa zona de México.
Las versiones
Durazo explicó que el día del presunto secuestro, un agente de la estación Reynosa de la Policía Federal acudió al lugar donde se reportó el incidente, sin tener contacto con el hecho por lo que efectuó un recorrido en busca del autobús. Luego, dos elementos se trasladaron a abordo de dos patrullas a la central de autobuses de Reynosa-Tamaulipas, donde localizaron el autobús que había sido asaltado.
Se trata del autobús 96-96, que procedía de Tampico con rumbo a Ciudad Reynosa.
El titular de la SSP precisó que en la estación de autobuses José Ángel Rivera García, el operador de la unidad, detalló que a las 12:55 horas, cuatro vehículos, sin precisar marca ni modelo, cerraron el paso al autobús y los detuvieron, les apuntaron con armas largas para que abrieran las puertas. Cuatro personas encapuchadas subieron al autobús y bajaron a 19 pasajeros, quienes sin oponer resistencia subieron a los autos de la gente armada.
Dijo que de inmediato se alertó al grupo de coordinación local y se implementó el operativo de búsqueda de las personas presuntamente desaparecidas.
Aseguró que en las carreteras de Tamaulipas en general se efectúan diariamente vigilancia preventiva, y particularmente en ese tramo. “Vale la pena agregar que como parte de las medidas implementadas por la Policía Federal, en coordinación con unidades de auxilio carretero de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, se lleva a cabo el operativo escalón en el cual se efectúan recorridos de vigilancia en el tramo”, dijo.
Detalló que hay una muy buena coordinación entre la PF y las autoridades estatales del ámbito de seguridad. Señaló que hay matices y diferencias en la información.
“Concluyo que en ningún momento el autobús iba escoltado por personal de la PF, quien recibió el primer aviso a las 14:05 de la tarde a través del C4 de la entidad”, especificó.
Señaló que según información de la PGJE, se abrió una carpeta de investigación por privación de la libertad; en ella queda asentado que el operador José Ángel García declaró que habían bajado a 25 pasajeros, fue durante 10 minutos y luego el autobús continuó su ruta.
La Policía Judicial informó que el apoderado legal de la empresa Elizondo Romero García se negó a rendir declaración de los hechos.
“Quedan pendientes algunos espacios, algunos faltantes de información y se está avanzando en la investigación correspondiente para cuadrar todos los elementos hasta los que ahora se cuentan”, reiteró.