Inician las exequias de las víctimas de la masacre
MINATITLAN, Veracruz, 21 de abril (Sayda Chiñas Córdova, corresponsal de POR ESTO!).- Desde las 8:00 horas se iniciaron las exequias de las víctimas de la masacre del Viernes Santo en Minatitlán, familiares y amigos señalaron que están conmocionados por este hecho y exigen justicia para ellos y paz para la región sur.
En las primeras horas de este Domingo de Resurrección, en la Iglesia de Cristo Rey, se llevó a cabo la misa de cuerpo presente del líder petrolero, Juan René López Velásquez, ex secretario de trabajo por talleres de la Refinería Lázaro Cárdenas y representante de la Sección 10 en el hospital de PEMEX.
El cortejo fúnebre partió hacia el cementerio Hidalgo de ese municipio y ahí un grupo de petroleros se atrevió a emitir comentarios sobre la inseguridad y la violencia que aqueja a este municipio.
Los asistentes a este funeral señalaron que los tres niveles de gobierno deben dar con los involucrados y procesarlos, pero sobre todo tienen que tomar medidas para reducir la violencia que vive ese municipio por la disputa entre los grupos delincuenciales.
En informes de la Fiscalía de Justicia de Veracruz, se dio a conocer que siete de las 13 víctimas de la masacre en Minatitlán presentaban el tiro de gracia.
El bebé Santiago, sólo mostraba un disparo que le atravesó la carótida y fue el que le provocó su muerte.
Los sepelios de las demás víctimas se realizarán entre las 15:00 y 16:00 horas.
Despiden a entrenador y a su bebé con aplausos
En el diamante del campo de béisbol, los restos de tres de las víctimas del ataque armado en Minatitlán fueron despedidos este domingo por sus amigos y familiares.
El entrenador de los Marlins de Minatitlán, César Hernández, conocido como “Volvo”, su bebé de un año de edad, Santiago, y la señora Irma Álvarez, madre de uno de los miembros del equipo, llegaron hasta el campo de béisbol “Beto Ávila”.
El Rey de los Deportes, el preferido por muchos presidentes latinoamericanos, despidió como grandes a sus miembros honorarios. Los amigos y familiares cargaron los dos féretros -uno lo compartía el mánager con su hijo- y recorrieron la primera, segunda, tercera base, hasta llegar al home plate.
La familia beisbolera dijo adiós con un dolor atravesado en el pecho y con música de fondo del grupo Intocable: “Lloramos por un amigo
Que se ha ido al paraíso; Para nunca regresar; Lo vamos a extrañar; Adiós amigo; Querido amigo”.
El incesante sol que siempre golpea a esta región petrolera no fue excusa para que docenas abarrotaran las gradas, en una comunidad donde todos se conocen, donde todos se aprecian.
Aquellos que rendían tributo en un mar de personas vestidas de blanco, se quebraban al mencionar al pequeño Santiago y los aplausos invadían no sólo el campo, sino un municipio que durante años han implorado ser salvados de la violencia.
La ceremonia en el estadio fue la más emotiva, pero en diferentes puntos de la ciudad el llanto se escuchaba al despedir a otras víctimas, como Juan René López Velázquez, quien ya no vio nacer a sus mellizos. Todos fueron enterrados en el panteón Hidalgo y el Ejido Tacoteno, en una comunidad que jamás acaba de reponerse de sus tragedias.