Los primeros datos de la realidad laboral en México arrojan que la pobreza continúa siendo parte de las condiciones laborales, una herencia que el Gobierno heredó del sexenio de Enrique Peña Nieto. Según datos de este nuevo Observatorio de Trabajo Digno, hay 7.7 millones de personas excluidas del empleo, una tasa del 12 por ciento, cuatro veces mayor a lo que se informa oficialmente del 3 por ciento, que es solo una parte.
También que ocho de cada 10 personas que perciben un salario no tienen condiciones mínimas de un trabajo digno, es decir, son 25.6 millones de personas a las que se les incumple ese derecho.
A más de la mitad de las personas asalariadas en Mexico no les alcanza su ingreso laboral para comprar la canasta básica; el 42 por ciento, 14 millones de personas, están en la informalidad pero por empresas que no las afilió a la seguridad social; el 51 por ciento de las personas con empleo no tienen contrato y nueve de cada 10 no tienen afiliación sindical, es decir 29.5 millones.
Entre las causas, Gómez Hermosillo enlistó la omisión de las autoridades que permiten la violación de derechos del trabajador; que así se planean desde el origen los modelos de negocio y los dirigentes sindicales corruptos o cooptados.
“Eso explica la pobreza laboral en Mexico. Las inadecuadas normas y las lagunas legales posibilitan estas violaciones. Hay omisión y complicidad de las autoridades que las han permitido y explican parte de la permanencia y magnitud de la pobreza en nuestro país”, agregó en conferencia.
El Observatorio de Trabajo Digno procesó los indicadores del Primer Trimestre de 2019, que corresponde a la conclusión de la administración de Enrique Peña Nieto. Los datos se irán actualizando cada tres meses y mostrará los seis indicadores establecidos en las normas y estándares de documentos internacionales sobre lo que es el derecho al trabajo digno. Se buscará también precisar la situación sobre la brecha de género y edad, y también por regiones.
El Colectivo presentó una serie de propuestas para erradicar estas fallas. Entre ellas están la de aprobar un plan multianual para que el salario sea suficiente para el que trabaja y su familia, que aunque se dio un paso en el aumento, aún no es suficiente.
También se habló de tener un sistema de seguridad social universal, aplicar sanciones a empresas y reformar las leyes discriminatorias, porque aunque ya se avanzó con las trabajadoras del hogar, faltan los jornaleros que son la puerta al trabajo infantil.
Por Daniela Barragán