Pese a que la organización estadounidense Consumer Reports anunció que detectó niveles inseguros de arsénico en el agua mineral embotellada de la marca Peñafiel, los productos siguen a la venta en d iversos supermercados del país y tiendas de autoservicio con diferentes ofertas.
Hoy el Procurador Federal del Consumidor, Francisco Sheffield Padilla, informó que la empresa no ha dado respuesta a la Profeco sobre sus productos y que de no hacerlo será acreedora a una multa. Por su parte, Peñafiel México sí se ha pronunciado públicamente, el pasado 26 de abril aseguró a través de su cuenta de Facebook que especialistas han analizado sus productos y que el resultado de pruebas confirmó “que son seguros para su consumo”.
Ciudad de México, 29 de abril (SinEmbargo).–La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco ) anunció que ya se está analizando el agua mineral y las saborizadas de Peñafiel , y que la empresa, que sigue vendiendo en anaqueles –este fin de semana estuvo en oferta en supermercados– no ha respondido a su requerimiento de informar oficialmente si los productos que comercializa en México son los mismos que en Estados Unidos.
“En relación a Peñafiel , comentarles que la empresa salió a dar detalles de que sí efectivamente lotes detectados en Estados Unidos estaban ligeramente por arriba del margen de arsénico. Nosotros les estamos realizando pruebas no sólo al agua mineral, sino también a las que están saborizadas. El día de mañana tenemos los resultados”, informó Francisco Sheffield Padilla, Procurador Federal del Consumidor.
Pero dijo que la empresa no ha dado respuesta a la Profeco sobre sus productos y que de no hacerlo será acreedora a una multa. “Este es un requerimiento legal que se le hizo de parte de Profeco, y debe responderlo; si no, se hace acreedor a multa. No sabemos si el producto que manda a Estados Unidos es distinto al que comercia en nuestro país. Eso ya nos lo responderá”, explicó.
El pasado 26 de abril, Peñafiel México aseguró a través de su cuenta de Facebook que especialistas han analizado sus productos y que el resultado de pruebas a confirmado “que son seguros para su consumo”.
Eso lo dijo la empresa que desde 2015, al menos, sabe del contenido de sus productos pero no ha hecho nada.
“Para Grupo Peñafiel la salud y seguridad de sus consumidores es la mayor prioridad. Especialistas externos han analizado a detalle los resultados de las pruebas a nuestros productos y han confirmado que son seguros para su consumo y no causan daño a la salud”, escribió Grupo Peñafiel en Facebook.
También puso a disposición un número telefónico para que los consumidores llamen si tienen dudas.
Keurig Dr. Pepper detuvo la producción de Peñafiel en México el pasado 15 de abril después de que Consumer Reports publicó un estudio de calidad en el que resaltó que la bebida tenía altos niveles de arsénico. En Estados Unidos, las autoridades lanzaron una alerta a la importación de la bebida.
Pero, al menos en México, no ha sacado de los anaqueles su producto.
Por medio de un comunicado enviado el 26 de abril, la firma estadounidense sostuvo que si bien se detectó arsénico en Peñafiel, el químico está de manera natural como producto de la actividad agrícola e industrial o incluso en el aire, agua y tierra, pero no representa riesgo alguno para la salud.
El mismo día en que Keurig Dr. Pepper envió el comunicado, el periodista Ryan Felton publicó en la misma revista Consumer Reports que The Food and Drug Administration tuvo certeza de los altos niveles de arsénico en Peñafiel desde 2013 y no desde 2015 cuando puso la alerta para la importación del producto en el país del norte. La información, Felton la consiguió mediante una solicitud de información ante el Gobierno de Estados Unidos. En su artículo, indica que pese a ese conocimiento, se permitió que Peñafiel continuara en las tiendas tanto de México como del país vecino del norte.
El estudio que Consumer Reports difundió el 18 de abril reveló el análisis de 130 marcas de bebidas. Seis resultaron con niveles peligrosos del químico. Estas son Starkey Starkey (propiedad de Whole Foods), Crystal Geyser Alpine Spring Water, Volvic (propiedad de Danone), dos marcas regionales, Crystal Creamery y EartH?O y Peñafiel (propiedad de Keurig Dr. Pepper).
La advertencia contenida en la investigación de la revista Consumer Reports de la Organización no Gubernamental de Estados Unidos, Unión de Consumidores, sobre niveles peligrosos de arsénico no es nueva para Peñafiel. La primera vez que la marca mexicana enfrentó una alerta de este tipo fue en 2009 cuando The Food and Drug Administration (autoridad sanitaria de Estados Unidos) detectó 22 partes por billón (ppb) y seis años después, reportó 10 por la misma proporción. Ahora, se han encontrado 17 ppb.
En México, el fin de semana diversos supermercados del país y tiendas de autoservicio pusieron a la venta los productos de la marca Peñafiel con diferentes ofertas.
La venta de Peñafiel no sólo continuó con normalidad en los supermercados y en las tiendas de autoservicio, también se ofrece a través de páginas de Internet como “Marketplace”. Ahí se puede encontrar el paquete de 12 botellas de agua mineral de 600 mililitros por 100 pesos, según la publicación de un usuario de Sahuayo de Morelos, Michoacán.
Una empleada del Walmart, ubicado en la avenida Eduardo Molina de la Ciudad de México, explicó a SinEmbargo que los productos de Peñafiel siguen en exhibición porque la Comisión Federal para la Protección contra Riegos Sanitarios (Cofepris) no ha enviado un escrito para que se retiren del mercado. Señaló que en Walmart han retirado algunos productos de otras marcas cuando les llega el oficio, pero en el caso de Peñafiel no ha sucedido.
CALDERÓN SUPO DE LA ADVERTENCIA
Pese a esa primera advertencia, de 2009 a 2012 –con Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) como Presidente de la República–, fue la etapa en la que el Gobierno mexicano compró más la bebida de agua mineral. En ese periodo, se adquirió Peñafiel para abastecer a Diconsa, el sistema de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) [hoy Secretaría del Bienestar] que ofrece productos de la canasta básica a los habitantes de las comunidades rurales del país.
En otras palabras, las adquisiciones que hizo el Gobierno mexicano de la gaseosa Peñafiel en los años pasados fueron a parar a los anaqueles de las tiendas de Diconsa en las regiones del campo mexicano, las más pobres, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). El ordenamiento legal de este sistema con más de 27 mil tiendas fijas y 300 móviles en el país, es “contribuir a generar la seguridad alimentaria de México” con garantía en “el abasto social de productos” para consagrar el derecho constitucional a la alimentación de sus habitantes.
Entre 2009 y 2012, el Gobierno federal firmó 48 contratos para Diconsa por 4 millones 569 mil 246 pesos. Para reuniones de trabajo en Nacional Financiera (Nafin) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se hicieron 15 pedidos en ese mismo periodo por 982 mil 519 pesos. En realidad, no se trata de un gasto exorbitante si se toma en cuenta la inversión en alimentos perecederos que ese sexenio se efectuaron en la casona oficial de Los Pinos, donde habitaba el entonces Primer Mandatario. Por ejemplo, con la empresa Yepa-Yepa, en 2007, y sólo para consumo de los habitantes de la residencia, se gastaron dos millones 900 mil pesos.
Lo anterior surge de la revisión de los contratos firmados por el Gobierno mexicano con Peñafiel Bebidas S.A de C.V. en el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT) de 2007 a 2019. SinEmbargo realizó esa búsqueda para conocer cuánto adquirió el Gobierno de la bebida fabricada por Keurig Dr Pepper que, según Consumer Reports, contiene niveles de arsénico peligrosos y quiénes fueron sus consumidores.
Por Redacción / Sin Embargo