CIUDAD DE MEXICO, 30 de mayo (Agencias).- Los abusos de poder y la excesiva corrupción de gobernantes priistas han despertado un rechazo en el electorado mexicano, tan profundo, que lo han llevado al borde de su desaparición, manifestó el ex candidato presidencial, Francisco Labastida Ochoa.
El político sinaloense aseguró que el PRI fue el fundador de muchas instituciones nacionales, la deshonestidad de sus militantes han convertido al partido en “un instrumento para otorgar privilegios y canonjías”.
Como resultado, la gente dijo “no más PRI” en las urnas.
“Se pasaron, pero muchísimo”, declaró.
– ¿Se pasaron del sexenio de Peña para acá, o antes?
“Del último sexenio son los abusos mayores que yo conozco”, respondió.
-¿Te escandaliza el gobierno de Peña, comparado con el de Salinas?
“Sin duda alguna”.
Para rescatar al partido, un primer paso es dejar de utilizar al partido como una vía para acceder al poder.
“No es una forma de tratar de ascender o de tener una oportunidad para tener poder, es una forma para servirle al país y a los mexicanos”.
Alejandro Moreno como dirigente sería “el fin del PRI”
Para Labastida Ochoa, la llegada del gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, a la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional, sería el final del partido, ya que sería percibido como una continuidad a las formas corruptas del ejercicio del poder político.
“La gente está muy harta de la mala fama de la corrupción y el beneficio de unos cuantos grupos del PRI, y con mucha razón”.
En un momento en el que el PRI es un partido de oposición, su dirigente debe tener una crítica hacia las decisiones del partido en el poder, pero debe ser una postura crítica, razonada y constructiva, “con ánimo de contribuir a que las cosas se hagan mejor”, una aptitud que no ve en el campechano.
Aunque aclaró que no tiene nada personal en contra de Moreno, pero no lo considera apto para dirigir el partido, pues no cuenta, ni con un proyecto de partido, ni con un proyecto de nación.
Labastida enfatizó que, al igual que ahora critica la capacidad de Alejandro Moreno, en su momento también criticó la dirigencia de Humberto Moreira, al punto en que no puso un pie en las oficinas centrales del Partido durante su gestión.
El endeudamiento millonario que ocasionó en Coahuila y permitir la entrada de grupos del narcotráfico al Estado, así como conductas personales que considera “escandalosas”, llevaron a Labastida a alejarse de la dirigencia del PRI durante el periodo de Moreira.
Para el ex candidato, ninguna persona está por encima de la Ley. Por este motivo, cualquier funcionario público que haya incurrido en actos de corrupción durante los sexenios pasados debe ser investigado, y de ser encontrado culpable, ir a prisión.
Al ser cuestionado si este principio aplicaría también al ex presidente, Enrique Peña Nieto, Labastida respondió tajante:
“Tienes que meter a la cárcel a todos los que hayan violado la Ley. No hay excepciones”.
Ante la propuesta enunciada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, de no perseguir a ex funcionarios corruptos, el priista aseguró que “la realidad lo va a obligar a que meta mano a los problemas, y meta a la cárcel a los que violaron la ley, quiera o no quiera”.
Con referencia a las órdenes de aprehensión giradas en contra de empresarios y funcionarios públicos relacionados con la compra de la planta de fertilizantes por Altos Hornos Mexicanos, Labastida Ochoa calificó la transacción como “criminal”, y consideró necesario “llegar hasta donde sea necesario” en las investigaciones administrativas y penales.